“Me siento como una actriz de verdad por primera vez en mi vida”
primera artista negra en ganar el premio Emmy a la mejor actriz en una serie dramática por ‘Cómo defender a un asesino’, cuya segunda temporada acaba de llegar a AXN
Su historia personal servirá alguna vez para una película, porque esta hija de un entrenador de caballos y una mucama ha recorrido un largo camino desde la granja de su abuela en Carolina del Sur en la que nació hasta el escenario del Microsoft Theater de Los Ángeles, donde hace seis meses se convirtió en la primera actriz negra en ganar el Emmy a la mejor actriz en una serie dramática. Viola Davis, quien también fue nominada al Oscar en dos ocasiones como mejor actriz de reparto por
La duda y Criadas y señoras, está de regreso con la segunda temporada de Cómo defender a un asesino (AXN, lunes a las 21.30 h), la serie con la que viene cambiando la historia de la televisión.
¿Le llamó la atención que la gente se sorprendiera de que hubiera optado por hacer una serie de televisión?
Mucho. Hay una parte de mi que siempre se sorprende por esa reacción. Me han visto en muchas películas, pero nunca tuve papeles muy importantes en el cine. Nunca fui la protagonista. Por lo general me daban el octavo o noveno papel en importancia. En Prisioneros trabajé 8 días, uno sólo en Antwoine Fisher, dos semanas de rodaje en La duda, quizás mi papel más importante en cine. En Come, reza, ama fueron cinco o seis días de trabajo. Esa era mi carrera en el cine. La gente me vio en una o dos escenas y, aunque luego no vuelvo a aparecer, el poder de la memoria hace milagros. Tal vez la gente sienta que tenía la carrera de Helen Mirren o Cate Blanchett, pero no es así. Como mucho era la tercera chica de la izquierda, por lo que cuando me ofrecieron el papel principal en una serie de televisión, fue una gran oportunidad para mí como actriz para trabajar en forma constante, y además también lo fue para hacer un papel que por lo general no le ofrecen a las mujeres negras o de mi edad. Siem- pre digo que hubiera sido difícil encontrar a otra actriz que hubiera tenido mis mismas características físicas para hacer un papel como Annalise Keating. En la serie pude explorar facetas de mí misma y eso no ha cambiado. Me siento como una actriz de verdad por primera vez en mi vida.
¿De qué manera ha cambiado su vida a partir de la serie?
Me cambió la vida porque ahora puedo irme a mi casa por la noche. Por lo general en el cine te toca trabajar en localización durante meses. Cuando rodé Blackhat estuve en China durante seis o siete semanas, y eso hace que todo sea muy duro, sobre todo porque me tocó trabajar diez días en todo ese tiempo. Trabajar en televisión es mucho más fácil, la verdad, puedo llevar
una vida más o menos normal.
Antes de comenzar a grabar la segunda temporada, ¿ya sabía qué era lo que le esperaba a su personaje?
No. Tengo que admitir que sé muy poco con respecto al argumento. Estoy más interesada en el personaje y en su evolución. Los guionistas están explorando todo el tiempo qué es lo que la hace funcionar y qué
es lo que esconde detrás de su patología. Siempre les digo que no quiero estructuras para mi personaje. Yo me rebelo contra todo lo que me han ofrecido antes, gente que es muy regular y tan predecible que uno sabe perfectamente quién es y cómo funciona. Obviamente Annalise es insolente, fuerte y un poco madraza, adjetivos que generalmente se asocian a las mujeres negras. Tiene una base que es muy evidente, pero hay otra parte que uno no termina de entender, y yo creo que es así como somos las personas en la vida real. Uno no sabe quién es hasta que una situación te obliga a definirlo.
¿Hubo cosas que le sorprendieron de esta temporada?
Claro. (Ojo: spoilers). Que le dispararan, sí, me impactó. Que revelara su bisexualidad no. Creo que tiene un pasado de abuso sexual y trauma. No me parece que sea una persona que entienda el sexo de la manera tradicional. Ella se siente atraída por todo lo que la hace sentir bien y segura, y a mí me encanta que nada esté demasiado claro para ella.
¿Dónde guarda su Emmy?
El Emmy sé dónde está porque el otro día estaba bañando a mi hija y lo vi, pero por lo general nunca miro mis premios. Los pongo en un estante y me olvido de ellos. Pero el Emmy está en mi oficina y el baño está al lado, y allí es donde lo puso mi marido. Mi sensación es que él lo cambia de estante todos los días. Pero yo no tengo momentos especiales en mi vida. Entiendo que ganarlo fue un hecho histórico, pero no pienso en eso cuando me levanto por la mañana. Pienso en mis defectos y en todo lo que aún me falta alcanzar. En la tarea que tengo por delante y en la escena que tengo que grabar ese día. Pienso de qué manera puedo reescribirla para que quede mejor y temo que alguien descubra que en realidad soy un fraude. También pienso en cómo tengo que hacer para pasar más tiempo con mi hija. Todo el tiempo estoy pensando en nuevos desafíos, por lo que no tengo mucho tiempo para mirar hacia atrás. Pero de vez en cuando lo veo, me sorprendo de que esté allí, me pongo un poco orgullosa y me doy cuenta de que todavía me queda mucho por hacer.
SU PERSONAJE “Annalise es insolente, fuerte y madraza, adjetivos asociados a las mujeres negras”