Betara crea una granja eco para sus quesos
La quesería familiar factura 1,5 millones y exporta un 10% en el 2015
El fuet de Vic, el jamón de Jabugo, y el queso... del Lluçanès. En esta comarca natural entre Osona y el Bages se encuentra el entorno ideal para producir queso, o eso dice Ramon Berengueras, segunda generación de Betara, una compañía que vende quesos artesanos desde el 1992.
El negocio empezó con la distribución, pero en el 2000 la quesería decidió abrir un centro de producción propio en Pedrafita. Con ello, las ventas aumentaron y Betara decidió dar el salto a Barcelona. Su estrategia fue colarse en mercados como la Boqueria o la Concepció. Después, en charcuterías de barrio y, en el 2014, en los Corte Inglés de plaza Catalunya, Diagonal y Cornellà con tiendas propias. Además, Betara ha encontrado clientes en Europa y Estados Unidos.
Con todo, la compañía emplea hoy a 12 personas y factura 1,5 millones, de los que un 10% provienen del mercado exterior.
En este tiempo, Betara ha ampliado su gama de productos (hasta 28 quesos) y también vende leche cruda, que representa otro 10% de sus ingresos.
La empresa tampoco se ha quedado atrás en el mundo eco. Un 12% de sus ingresos provienen de este mercado y Berengueras asegura que el porcentaje irá al alza.
Por eso, la familia se ha marcado un nuevo reto. Acaba de invertir 120.000 euros (la mitad capital propio) en la puesta en marcha de una granja de ovejas ecológicas. “En España prácticamente no existen y por eso confiamos en este sector: la demanda nos lo pide”.
La granja albergará cerca de 200 ovejas y también será un centro pedagógico para escuelas y visitantes.
Los Berengueras tampoco abandonarán los World Best Cheese Awards, certamen en el que obtuvo tres primeras posiciones en el 2015.