La Vanguardia (1ª edición)

Apple irá hasta el final en su pugna por no abrir el iPhone de un terrorista

El director del FBI niega que la petición vulnere el principio de privacidad

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Héroe o villano, Tim Cook, director ejecutivo de Apple, se ha convertido en un referente en Estados Unidos. Pero no por haber ideado un nuevo artilugio.

El asunto principal de la comparecen­cia en la Cámara de Representa­ntes del director del FBI, James Comey, no consistió en la amenaza de los llamados lobos solitarios captados por el Estado Islámico.

El protagonis­mo se lo llevó la decisión de la firma de Cupertino de no abrir la puerta trasera a la Administra­ción y negarse a desencript­ar el iPhone de Syed Rizwan Farook. Él y su esposa, ambos fallecidos en la persecució­n policial posterior, son los presuntos autores de la matanza del pasado 2 de diciembre en la ciudad california­na de San Bernardino, que causó 14 muertos.

“Esta es la cuestión más difícil que he visto en el Gobierno”, contestó ayer Comey en su comparecen­cia en el comité de inteligenc­ia de la Cámara: “El núcleo supone plantearse qué país queremos ser y cómo gobernarno­s”.

Según el jefe del FBI, la orden judicial, requerida por el Departamen­to de Justicia, no persigue establecer un precedente. “No veo que se vulnere el argumento de la privacidad”, precisó.

La noche del miércoles, sin em- bargo, Cook remarcó en una entrevista en la cadena ABC que ceder a la petición “sería claramente un precedente”. Su decisión pasa por llegar a las últimas consecuenc­ias, al Tribunal Supremo si es preciso, para combatir lo que calificó de “malo para la nación”.

La encriptaci­ón se introdujo como cortafuego­s de los piratas informátic­os. No era más que una medida para proteger a los consumidor­es. Por una razón práctica –facilitar las reparacion­es– esta firma dejó un resquicio por el que acceder sin la contraseña del usuario. Ahora, en pleno conflicto, The New York Times avanzó que Apple trabaja para incrementa­r el grado de encriptami­ento. “Si el juez nos pide una pieza de software, piensa qué más puede pedirnos, no sabemos dónde puede estar el stop”, remarcó Cook.

“Nadie quiere una llave maestra que abra cientos de millones de cerraduras –prosiguió–, aunque esa llave esté en manos de una persona de confianza... Desde nuestro punto de vista, atender la petición sería equivalent­e al cáncer. ¿Eso es algo que debamos crear?”. Su actitud le ha convertido en un abanderado

La empresa reforzará el encriptami­ento y Cook sostiene que abrir la puerta sería como crear el cáncer

de los defensores de la libertad. La convivenci­a, seguridad y privacidad, forjada bajo el 11-S del 2001, saltó por los aires tras la filtracion­es de Edward Snowden. El exanalista de la CIA, refugiado en Rusia, desveló el espionaje masivo.

“Este es nuestro país, un país basado en la libertad y en la búsqueda de la felicidad, en la libertad de expresión, este es el meollo principal de Estados Unidos”, sostuvo Cook. También aclaró que se trata de “una cuestión de seguridad pública”, por la cantidad de informació­n personal que almacenan cada uno de esos aparatos.

Las encuestas se muestran divididas. Una del Pew Research avala que una mayoría apoya la iniciativa del FBI. Pero otra de Reuters señala que el 55% teme que se use esa “puerta falsa” para espiar en sus teléfonos.

El Departamen­to de Justicia difunde que la empresa sólo mira por su modelo de negocio y que su respuesta es una “estrategia comercial”. En la réplica, los activistas han convocado manifestac­iones en más de 50 ciudades para expresar su apoyo a Cook, ya más que un empresario.

 ?? ANDREW HARNIK / AP ?? El director del FBI, James Comey (a la izquierda, junto al director de la Inteligenc­ia, James Clapper), ayer
ANDREW HARNIK / AP El director del FBI, James Comey (a la izquierda, junto al director de la Inteligenc­ia, James Clapper), ayer

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