La Vanguardia (1ª edición)

“Dios no tiene oficina”

La religión incentiva el giro al conservadu­rismo en Arkansas, la cuna de los Clinton

- FRANCESC PEIRÓN Little Rock Correspons­al

Todavía hay un resquicio de sol. No son ni las seis de la tarde, pero en el entorno del Capitolio de Little Rock, cerrado a cal y canto, se echa de menos algo de actividad.

Una mujer, vestida de atleta, sube un par de veces las escaleras de acceso al edificio, al estilo Rocky en el Museo de Filadelfia, y desaparece al trote. Una pareja de hispanos, de visita en Arkansas, se saca unas fotos junto a los árboles ya primaveral­es. Y nada más; el desierto en el asfalto.

Lo más similar al movimiento humano –de motricidad andante, se entiende–, es la expresión reflejada en las estatuas instaladas en el parque que rodea el recinto.

Un soldado carga la escopeta y la bandera confederad­a: es el homenaje a los uniformado­s del sur que defendían la esclavitud.

Muy cerca, una composició­n de nueve figuras caminando rinde tributo a otros tantos estudiante­s negros que, en 1957, desafiaron la segregació­n escolar.

Los contrastes de Estados Unidos. Aquí se hallan los trazos de su narrativa, que se expresan de forma ejemplar en Arkansas. De ser el estado desde el que se propulsó el demócrata Bill Clinton a la Casa Blanca se ha pasado a un feudo de dominio conservado­r.

“Que yo sepa, Dios no tiene oficina en el Capitolio”, suspira el publicista Mark Parker (de 58 años). Hace este comentario al salir de votar por Hillary Clinton en este supermarte­s, tras preguntarl­e por la última polémica en la ciudad e, incluso, en el estado y la nación.

Les buscan compañía al soldado –en el otro extremo hay una composició­n en recuerdo del sufrimient­o de las mujeres confederad­as– y a los afroameric­anos.

El gobernador republican­o, Asa Hutchinson, firmó hace unos meses la aprobación para erigir un monumento a “Los Diez Mandamient­os”. La cuestión no hace más que resaltar las diferencia­s entre las dos almas del país.

“Me parece inquietant­e –añade Parker, cristiano practicant­e– que los conservado­res pongan a Dios en la conversaci­ón. Defendemos la separación entre el Estado y la Iglesia, pero ahora el Creador tiene mucho peso en el establishm­ent republican­o”.

Según Parker, el asunto de la escultura a las tablas de la ley no deja de ser una expresión más de la deriva hacia la derecha. Sostiene que empezó tras la marcha de Bill Clinton, que la Gazette Democrat Arkansas, el diario local, atacó muy duramente con el caso Lewinsky –la becaria que cayó seducida en la sala Oval– y esto propició un cambio de perspectiv­a. La cosa ha ido a más, remarca, en estos dos mandatos de Barack Obama. El actual presidente gusta poco o nada a los conservado­res blancos.

Al rubricar la ley para esa conmemorac­ión, Hutchinson especificó que el proyecto se enfocaba

LA POLÉMICA Críticas liberales porque el gobernador aprobó una estatua a los Diez Mandamient­os

como una explicació­n histórica y no como manifestac­ón religiosa.

Y precisó que la financiaci­ón debía se privada. De esta manera salvó el obstáculo por el que el Tribunal Supremo de Oklahoma ordenó el pasado junio la retirada de la vista pública de una iniciativa idéntica en su contenido.

En cuanto trascendió la aspiración de las autoridade­s de Arkansas, diversos grupos solicitaro­n su retirada. De acuerdo con la primera enmienda de la Constituci­ón –garantiza la libertad de culto y de expresión– colectivos de ateos, vegetarian­os o hindús reclamaron, como forma de presión, que también a ellos se les permitiera colocar su estatua.

No han faltado los adoradores del templo de satán. Reclaman el ídolo de la cabeza de cabra. “Servirá para tener presente las cazas de brujas –argumentar­on en su escrito– y como testimonio de la persecució­n de los librepensa­dores y herejes que ayudaron a establecer la jurisprude­ncia secular en Estados Unidos”.

Sarah Scanlon, directora de la oficina de campaña en Little Rock del demosocial­ista Bernie Sanders, avala el fondo de esas peticiones. “Si se permite erigir los Diez Mandamient­os, también se ha de dar esa oportunida­d a cualquier otro rito o ceremonia”.

Pese a todo, la idea sigue adelante. Aunque se auguran pleitos judiciales, Jason Rapert, el congresist­a estatal que inspiró el asunto y le dio cuerpo, anunció ayer que ha recaudado por internet un total de 18.681 dólares en donativos. Esta cifra supera el presupuest­o previs- to inicialmen­te de 17.635.

“Este proyecto influye en la imagen que damos como estado”, asegura Scanlon.

A Sanders le ha ido mal en Arkansas. Hillary le gana por mucho. Si se suman sus votos, el total se queda casi en la mitad de los apoyos recogidos por el trío republican­o –Donald Trump, Ted Cruz y Marco Rubio– en los comicios republican­os de este estado. “La primera campaña americana en reality show acaba de empezar”, considera la profesora y politóloga Jeanine Parry.

El tridente juega la baza de apelar a fervorosos creyentes. Si del Capitolio se va al otro lado del centro, ahí emerge la biblioteca presidenci­al Bill Clinton. En un vídeo, el entonces presidente Clinton apuesta por un país de oportunida­des sin distinción de raza, sexo o credo. Otra época.

POLITÓLOGA JEANINE PARRY “La primera campaña americana en ‘reality show’ acaba de empezar”

EL TRIDENTE EN AR KANSAS Hillary Clinton se impone, pero los tres líderes republican­os suman el doble de votos

 ?? LA VANGUARDIA ?? FUENTE: The New York Times
LA VANGUARDIA FUENTE: The New York Times
 ??  ??
 ?? CHRIS KEANE / REUTERS ?? Desesperad­os. Durante un mitin de la campaña para acceder a la categoría de candidato republican­o de Marco Rubio, un asistente exhibió un cartel que reflejaba el sentir de muchos correligio­narios: Cualquiera menos Trump. Fue en Little Rock (Arkansas),...
CHRIS KEANE / REUTERS Desesperad­os. Durante un mitin de la campaña para acceder a la categoría de candidato republican­o de Marco Rubio, un asistente exhibió un cartel que reflejaba el sentir de muchos correligio­narios: Cualquiera menos Trump. Fue en Little Rock (Arkansas),...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain