Apple pagará más de 400 millones por conspirar para encarecer los e-books
El Supremo de EE.UU. confirma que la empresa se asoció con cinco editoriales
Otro mordisco a la manzana de Apple. Que a una de las empresas más rentables y ricas, sino la que más de Estados Unidos, le hagan pagar una multa de 408 millones de euros no le supone gran cosa.
Pero, al margen de ese dinero, lo que duele es el orgullo. El Tribunal Supremo rechazó ayer escuchar sus argumentos en la apelación contra la decisión de una juez de Nueva York, que conside- ró que la firma de Cupertino conspiró junto a cinco editoriales. Su objetivo, según esa resolución, no era otro que establecer un monopolio con el único propósito de encarecer los precios de los libros electrónicos.
El caso se remonta al 2010. Por aquellas fechas, Amazon y su Kindle dominaban ampliamente el mercado del e-book con ofertas que la industria editorial veía como una ganga peligrosa. Títulos importantes salían por menos de diez dólares, unos 9,97 euros. En- tonces, el gigante de Silicon Valley lanzó el iPad.
De cara a romper el dominio del gran supermercado digital, el Departamento de Justicia concluyó que Apple se había asociado con cinco editoriales –Hachette Book Group; HarperCollins Publishers; Penguin Group Inc; Simon & Schuster Inc; y Macmillan– de cara a forzar un incremento de los precios. El pacto surtió el efecto perseguido. Los éxitos comerciales pasaron de venderse en su edición digital al citado precio y subieron a entre 12,99 y 16,99 dólares (de 11,7 a 15,4 euros). Esto tuvo el impacto inmediato de la pérdida de cuota de mercado de Amazon.
Frente a la resolución de la juez, Apple argumentó que, en realidad, los precios no habían subido y que se había abierto la competición en un mercado dominado por una sola empresa hasta su aparición. Así que la sociedad dirigida ahora por Tim Cook insistió que su firma había roto el monopolio, en lugar de ha- berlo creado. “Esto ha de ser elogiado –subrayó en su escrito de apelación–, con independencia de si los precios previos estaban artificialmente altos o bajos”. Incluso añadió que mantener ese primer fallo “congelaría la innovación y la toma de riesgos”.
El Supremo lo ha desestimado alegando que una nueva entrada en el mercado no puede justificarse como una iniciativa para eliminar un precio competitivo. “Resulta poco confortante para los consumidores que ganen un nuevo minorista de libros electrónicos a expensas de ceder el control del precio a un cartel de editores”, señala el tribunal.
“La responsabilidad de Apple de conspirar a sabiendas con los editores se resuelve así de una vez por todas”, afirmó en un comunicado Bill Baer, fiscal general adjunto. Y añadió: “Los consumidores serán protegidos en su conjunto de esta cínica conducta”.