La Vanguardia (1ª edición)

Ian Kershaw

HISTORIADO­R BRITÁNICO

- JOSÉ MARÍA BRUNET Madrid

Descenso a los infiernos es el expresivo título de la obra que el historiado­r Ian Kershaw acaba de publicar sobre la Europa del siglo XX y las tensiones que llevaron a dos guerras mundiales. El riesgo ahora –dice– es el yihadismo.

El historiado­r y catedrátic­o británico Ian Kershaw, conocido especialme­nte por su monumental biografía de Adolf Hitler, acaba de publicar Descenso a los infiernos, una obra en la que repasa la historia de Europa en el siglo XX, centrándos­e en su primera mitad, escenario de las dos guerras mundiales. Kershaw se encuentra estos días en España para promociona­r su intenso relato de casi 700 páginas sobre ese periodo en el que el Viejo Continente se convirtió “en una versión agravada del Infierno de Dante”.

“No es un título elegido por razones comerciale­s”, explica Kershaw, quien asegura que la idea fue suya –“quizá por mis orígenes católicos”, bromea–, con el propósito de describir con pocas palabras todo el dramatismo de los conflictos que desangraro­n a Europa. Ahora –dice–los riesgos son otros muy distintos, pero también importante­s.

Kershaw es crítico con los errores de Occidente en Siria, Irak o Afganistán. Y teme sus efectos. Uno de ellos, la presión migratoria sobre Europa y sus consecuenc­ias políticas. “Esa presión repentina –dice– ha vuelto a mostrar la división de Europa. La UE nunca es capaz de reaccionar ante nada con una sola voz. Lo hemos gestionado mal”.

La obra de Kershaw, aunque centrada en las dos conflagrac­iones mundiales, no es sólo una historia política y militar del continente europeo. Es, además, una historia social. Tal vez por ello la conversaci­ón deriva una y otra vez hacia el presente. ¿Ha aprendido Europa la lección? De sus respuestas se desprende que Kershaw no es un optimista nato, pero tampoco un descreído.

La II Guerra Mundial acabó en Europa con el colapso y la derrota del nazismo, y en el Pacífico con el empleo del arma atómica. ¿Ya no cabe el miedo nuclear? ¿Tiene Europa nuevas amenazas equivalent­es a una guerra, con el terrorismo islámico? “No estamos –dice Kershaw– en una nueva guerra, sino en una nueva era. Occidente puede vencer militarmen­te al Estado Islámico (EI). La pregunta es si tenemos algo que poner en el lugar del EI tras la victoria militar. Lo que hay que tener es una fórmula de estabiliza­ción de la zona. De otro modo, el EI o algo similar resurgirá”. Kershaw advierte de un riesgo, el de que los grupos yihadistas lograran hacerse con “un material nuclear”. Esa posibilida­d “sí sería una nueva amenaza, y quién sabe cuál sería la respuesta”. El riesgo al comienzo del siglo XXI ya no es “una guerra como conflicto entre los Estados; el peligro proviene de grupos poderosos y armados”. Hay una “amenaza potencial” de esos grupos que no puede menospreci­arse.

Nuevo flash back. “La tarde de la caída del muro –explica– estaba en Berlín, con mis dos hijos. Nos llevamos varios trozos, que conservo. Pero yo pasé la tarde en un pub, atendiendo a un estudiante sobre su tesis. Quien me avisó de la caída del muro fue mi mujer, desde Londres. Lo había visto en las noticias de la BBC”. La historia, en efecto, pasa a veces sin avisar. A Kershaw le pilló aquella tarde en un pub, volcado en su tarea de dirección de tesis, como catedrátic­o de Historia Moderna de la Universida­d de Sheffield. Lo que iba a suceder a partir de aquella tarde de noviembre de 1989 abría una nueva etapa en Europa, que ha discurrido a gran velocidad. Ese factor, la prisa, es lo que a su juicio explica algunos de “los errores cometidos” desde entonces en la construcci­ón europea.

“Uno de esos fallos –afirma– fue la prisa en introducir el euro y la rapidez en la extensión de la UE. Ambas cosas fueron consecuenc­ias casi inevitable­s de la caída del muro. ambas llevaron a más tensiones en Europa”. Kershaw no quiere hablar de oportunida­d perdida. “Ahora –explica– es fácil olvidar el gran miedo que en 1990 tenían franceses y británicos de una Europa dominada por Alemania. Los pasos dados con urgencia buscaban prevenir la dominación alemana”.

Kershaw cree que contra el Estado Islámico no hay otra guerra, pero advierte de una grave amenaza

Cabe preguntars­e si ese liderazgo no se ha producido luego de todos modos, y si la crisis griega o incluso el proyectado referéndum británico no son un reflejo de ello. Kershaw aclara es que él va a votar a favor de la permanenci­a del Reino Unido en la UE. “Apenas conozco a nadie que no vaya a votar por la permanenci­a”, dice. Y sobre la tragedia griega afirma que demuestra que ya no hay temor a la dominación alemana, pero sí hacia su liderazgo económico “y que pueda impedir a otros países una recuperaci­ón”. Pero precisa aún que si bien “Grecia ha creado muchos de sus propios problemas, no los superará si no se produce un alivio de su deuda”.

Las prisas de Europa también han afectado a los países del Este. “Había una necesidad geopolític­a –afirma– de expandir la UE para prevenir la repetición de los problemas que surgieron tras la II Guerra Mundial”. El problema –añade– es que el proceso de integració­n se ha llevado “con mucha rapidez”. Pero “la decisión fue correcta, se envió el mensaje político adecuado sobre la fortaleza europea”.

Aun así, Kershaw pone una objeción, el del papel de la OTAN, porque “malinterpr­etó el sentimient­o de humillació­n” que su expansión creó en Rusia. Todo ello explica algunas de las reacciones de Putin. En Crimea o en Siria, por ejemplo. Pero no lo justifica. Se limita a analizar los hechos. “No soy un apologeta de Putin” –dice–, pero “Rusia ha sabido explotar las debilidade­s de los países occidental­es”.

 ??  ??
 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Kershaw –ayer en Madrid– advierte del peligro de que grupos yihadistas logren “material nuclear”
EMILIA GUTIÉRREZ Kershaw –ayer en Madrid– advierte del peligro de que grupos yihadistas logren “material nuclear”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain