Tres expresidentes polacos llaman a frenar al Gobierno nacionalista
En un acto sin precedentes en los 27 años transcurridos desde el fin del comunismo y el restablecimiento de la democracia e independencia de Polonia, el exlíder histórico de Solidaridad y primer presidente democrático, Lech Walesa, y varios personajes clave de la transición denunciaron ayer la deriva autoritaria y nacionalista del Gobierno polaco actual, su asalto a la Constitución y al Estado de derecho, así como su ruptura con las normas democráticas de Europa. Walesa, sus dos sucesores en la presidencia, Aleksander Kwasniewski y Bronislaw Komorowski, así como legendarios expresos y líderes clandestinos de Solidaridad, ministros y jefes de gobierno en democracia piden a los partidarios del Gobierno de Ley y Justicia retirar su apoyo al régimen y exhortan a todos los polacos a movilizarse para defender la democracia amenazada.
El Gobierno de Ley y Justicia persiste en la destrucción del orden constitucional, la paralización del Tribunal Constitucional y todo el poder judicial –escriben los autores en un manifiesto escrito en un lenguaje de inusitada firmeza–. Las autoridades potencian conflictos y divisiones en la sociedad, pretenden crear un orden legal propio al margen de la Constitución que equivale a una usurpación del poder, se enfrentan a la comunidad euroatlántica, incurren en acciones xenófobas que minan la coherencia de la UE, favorecen los intereses imperialistas de Rusia, empujan a Polonia hacia el autoritarismo y el aislamiento del mundo, añaden.
Los autores, que representan varias fuerzas políticas, desde Solidaridad pasando por el Partido Liberal hasta la socialdemocracia poscomunista, piden firmeza y unidad a la oposición en defensa del Estado de derecho y agradecen el respaldo a la causa de la UE y EE.UU.
Los próximos meses serán decisivos para el destino de la democracia y el Estado de derecho, concluyen los autores del manifiesto publicado en portada del principal diario polaco Gazeta Wyborcza.
El Gobierno no tardó en rechazar de plano la declaración. “Los señores que firmaron la carta consideran que ellos son la democracia –declaró ayer la primera ministra, Beata Szydlo–. No lo creo. La democracia consiste en que los ciudadanos eligen a sus representantes y los polacos han elegido a los suyos”.
Un vicepresidente del Gobierno agregó que acusar al Ejecutivo de atentar contra la democracia era “absurdo” y que algunos autores de la carta no hacen más que expresar sus “opiniones privadas”.
El régimen que obedece las órdenes del líder nacionalista Jaroslaw Kaczynski, sin cargos políticos más allá de su escaño de diputado, hace meses que rechaza toda crítica exterior, tanto de la Comisión y el Parlamento europeos como del Departamento de Estado de EE.UU., atribuyéndola a ignorancia, mala fe o intrigas de polacos traidores. Las manifestaciones contra el Gobierno se suceden todas las semanas en Varsovia y muchas otras ciudades.
El Ejecutivo polaco, que obedece al líder Jaroslaw Kaczynski, ha sido criticado por la UE y EE.UU.