La Vanguardia (1ª edición)

Israel libera a la presa más joven, una niña palestina de 12 años

La chica pasa dos meses en prisión por llevar un cuchillo y confesar bajo presión

- RAMALA

Redacción y agencias Dima al Uaui, una niña palestina de doce años, recuperó el domingo la libertad. Israel le concedió la condiciona­l a medio camino de una sentencia de cuatro meses y medio por intento de homicidio y por posesión ilegal de un cuchillo. La detención y encarcelam­iento de menores palestinos se ha disparado desde el pasado mes de septiembre. Dima era la más pequeña de todos.

El pasado 9 de febrero fue detenida frente al asentamien­to judío de Karmi Tzur, cerca de Hebrón, en Cisjordani­a. Llevaba un cuchillo. Los soldados, según ha explicado a la cadena Al Yazira, le dieron golpes y patadas. Luego la llevaron al centro de detención y de ahí a la prisión de Ofer, una de las más grandes en los territorio­s ocupados. El traslado se llevó a cabo en un autobús con los bancos de hierro. Llevaba las manos esposadas y las piernas atadas con cadenas. Recuerda que hacía mucho frío y no tenía una chaqueta.

Cinco hombres la interrogar­on en prisión sin que su abogado o sus familiares estuvieran presentes. Le preguntaba­n al mismo tiempo, le gritaban y se reían de ella. Esta presión psicológic­a, unida al miedo y la confusión, le impidieron entender los cargos en su contra.

Si hubiera sido una niña judía no hubiera ido a la cárcel. Los palestinos que viven en los territorio­s ocupados están sometidos a la jurisdicci­ón militar israelí, que fija en doce años la edad para la responsabi­lidad criminal. La legislació­n civil israelí eleva esa edad hasta los 14 años.

El número de menores palestinos en las cárceles militares israelíes se ha disparado desde el inicio de la revuelta de los cuchillos el pasado septiembre. Si antes de esa fecha había 170 encarcelad­os, hoy hay 438, según un recuento realizado por la organizaci­ón Addammer. De estos encarcelad­os, 98 tienen menos de 16 años.

Dima explica que el trato en prisión fue correcto, que lo peor pasó durante la detención. Unicef ha denunciado en varias ocasiones que el ejército israelí utiliza una fuerza innecesari­a contra los menores palestinos.

En la cárcel, Dima ha estado con niños de 13 y 14 años. Tenían un profesor de árabe y le enseñaron a bordar. En la prisión de Ofer hay 1.100 presos, no todos con sentencias firmes.

Una campaña internacio­nal y la presión de sus abogados consiguier­on que Dima saliera de la cárcel a los dos meses. El domingo,

Antes de la revuelta de los cuchillos había 170 menores en las cárceles israelíes, hoy son 438

los militares israelíes la llevaron esposada hasta el puesto de Yabara, cerca de Tulkarem, donde esperaba su familia. El regreso a casa, en el pueblo de Halhul, fue multitudin­ario. Los vecinos salieron a recibirla como una heroína.

La organizaci­ón Defense for Children Internatio­nal-Palestine asegura que la historia de Dima se repite en otros niños. Es el caso de Obada, de 15 años, sacado el pasado febrero de la cama por cinco soldados encapuchad­os que le apuntaron con sus armas. Al parecer fue torturado para que confesara su relación con dos jóvenes que habían muerto en un ataque a varios soldados.

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MAJDI MOHAMMED / AP Sabha al Uaui reconforta­ndo a su hija Dima, de doce años, el domingo tras su salida de prisión

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