Xi insta a China a protegerse de las influencias extranjeras de la religión
La sociedad china ha recibido este fin de semana una nueva consigna nacionalista, en el afán de sus líderes por blindar el liderazgo del Partido Comunista (PCCh) y evitar la posibilidad de que se produzcan protestas sociales. Su presidente, Xi Jinping, ha advertido que China debe estar alerta ante las posibles influencias extranjeras que lleguen a través de la religión. El aviso se produce una semana después de sugerir a las jóvenes chinas que enamorarse de un forastero puede ser peligroso, porque puede ser un espía,
“Debemos protegernos con determinación de las infiltraciones que lleguen del exterior a través de la religión y prevenir las transgresiones ideológicas por parte de los extremistas”, advirtió Xi Jinping durante su discurso en una reunión sobre asuntos religiosos celebrada el fin de semana y a la que asistió la plana mayor china, según la agencia Xinhua.
El presidente chino emplazó a los miembros del partido a que trabajen para que los grupos religiosos asuman el liderazgo del PCCh y apoyen el socialismo con características chinas. Les exigió que para ello se comporten como “ateos marxistas inflexibles, convencidos de sus creencias y tengan en cuenta los principios del partido”, subrayó Xi.
Sus declaraciones llegan en un momento en que Pekín ha aumentado el control y la censura sobre los grupos religiosos y cualquier voz disidente del régimen.
La justificación de esta demanda la reveló ayer el diario Global Times, un rotativo del grupo del Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista. En su editorial, señalaba que la religión está muy politizada en muchos países y, dada la influencia que tiene sobre los creyentes, podría convertirse en el punto débil por donde las “fuerzas extranjeras podrían introducir sus influencias en China”. Ante esta situación, defendió la primacía del Partido Comunista por encima de las religiones como “garantía básica para la coexistencia armoniosa a largo plazo de las diferentes religiones” en el país.
Con el fin de contrarrestar estas posibles influencias extranjeras en los jóvenes chinos, Xi instó a los miembros del PCCh a esforzarse en contribuir a que los adolescentes se formen una concepción científica del mundo y les guíen para que crean en la ciencia, la estudien y la fomenten.
A su vez, Yu Zhengsheng, presidente de la Conferencia Consultiva y número cuatro del régimen, invitó a los líderes locales a tener en cuenta los efectos sociales de las religiones en China. “El papel positivo de las religiones debe maximizarse y sus impactos negativos reducirse al mínimo”, les dijo, Yu, según Xinhua.