El Àrea Metropolitana urge el etiquetado de vehículos contaminantes
El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) presentará hoy una propuesta de acuerdo para acelerar el proceso de implantación de etiquetado de vehículos priorizando los más antiguos y, por lo tanto, más contaminantes, con especial atención a los que utilizan motores diésel. La proposición llega después que el Ministerio de Fomento haya aprobado comenzar el etiquetado de los vehículos justo por el segmento opuesto, los más limpios. El AMB quiere invertir el orden y avanzar para que “"los vehículos más contaminantes como los diésel no pasen por el centro de las ciudades”, explicó ayer en rueda de prensa Antoni Poveda, vicepresidente de Movilidad de la institución metropolitana.
“Se calcula que hay 3.000 muertes prematuras anuales por la contaminación en el entorno metropolitano y lo que queremos es salvar vidas”, añadió Poveda.
Aunque no se han puesto plazos, la restricción de paso comenzaría siempre por las carreteras “cercanas a escuelas y hospitales”. Poveda indicó que ya existen políticas similares en ciudades como París o Milán y que en Alemania, “el país del diésel”, se planea prohibir en el 2017 los coches de este tipo en el centro de las ciudades. La propuesta de etiquetado ha sido consensuada por la Generalitat, la Diputación de Barcelona, los ayuntamientos de Barcelona, Terrassa, Sabadell, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, l’Hospitalet de Llobregat y la misma AMB. Además de invertir el orden de etiquetaje, apuestan por iniciar el proceso con las motocicletas, incorporar las características tecnológicas a las bases de las matrículas, reorientar las ayudas para la renovación del parque de vehículos antiguos y exigir al sector automovilístico un mayor rigor en la información sobre las emisiones contaminantes.
A principios de este año el AMB hizo pública su propuesta de prohibir la circulación de los coches más contaminantes con más de 20 años de antigüedad a partir del 2018. También se presentaron los datos de transporte de pasajeros del primer trimestre del 2016. Un total de 159,6 millones de usuarios utilizaron el metro y el bus en el AMB, un 0,4% menos que en el mismo periodo del 2015. Es el metro, especialmente afectado por la huelga de febrero, el medio de transporte que experimenta un descenso más pronunciado, un 2,5%. Además de los conflictos laborales, desde el AMB achacan esta disminución al hecho que la Semana Santa ha caído este año en marzo.