La Vanguardia (1ª edición)

Premio a la perseveran­cia

La Generalita­t entrega las Creus de Sant Jordi del 2016

- ÀLEX TORT Barcelona

El acto institucio­nal de ayer de entrega de la Creu de Sant Jordi a 27 personalid­ades y 13 entidades quedó lejos de la impresión que se llevó el dramaturgo austriaco Thomas Bernhard al recoger hace años el premio Grillpazer: “La ministra roncaba, aunque muy suavemente, roncaba, roncaba con el suave ronquido de los ministros, conocido en el mundo entero”.

De hecho, el conseller de Cultura, Santi Vila, evocó este episodio que el escritor, reticente a este tipo de galas, recoge en El sobrino de

Wittgenste­in para desengrasa­r la solemnidad que se le supone a una ceremonia de esta índole. En el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalita­t recibieron la distinción personalid­ades y entidades “por los servicios prestados a Catalunya en defensa de su identidad en el plan cívico y cultural”.

Además de las entidades como la Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya o la Coordinado­ra d’Associacio­ns perla Llengua Catalana, entre las personalid­ades recogieron la Creu la escritora Josefa Contijoch, el médico e investigad­or Bonaventur­a Clotet, el economista Guillem López Casasnovas, el galerista Carles Taché, los empresario­s Kikuro Tani y Sol Daurella. También recibieron la Cruz el escultor Emili Armengol, el jurista Enric Argullol, la neuróloga Mercè Boada, el alpinista Òscar Cadiach, el actor Carles Canut, el físico Josep Enric Llebot, el filósofo Jordi Llovet y la cocinera Ada Parellada.

La Creu de Sant Jordi se creó en 1981 con el objetivo de distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Catalunya. Cualquier ciudadano o entidad puede pedir que se otorgue este galardón a alguna persona, ya sea física o jurídica.

El presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont, tomó la palabra para clausurar el acto con un discurso con marcado acento político. Así, aseguró que “la superación, la persistenc­ia y la tenacidad” ayudan al país “a superar la incomprens­ión, el bloqueo y la falta de generosida­d que podrían acabar paralizand­o un país si nadie hiciera nada”. Igualmente, elogió a los galardonad­os, ya que a su parecer han realizado méritos que “han impedido la parálisis especialme­nte en tiempos adversos”.

Bonaventur­a Clotet se dirigió a los presentes en nombre de los galardonad­os, y en la línea de Puigdemont, hizo un llamamient­o a perseverar citando unos versos de Gustavo Adolfo Bécquer: “Un cielo gris, un horizonte eterno y andar y andar...”.

Puigdemont apela a la perseveran­cia para “superar el bloqueo que podría acabar paralizand­o un país”

 ?? DAVID AIROB ?? Los galardonad­os, a la izquierda, durante la ceremonia en el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalita­t
DAVID AIROB Los galardonad­os, a la izquierda, durante la ceremonia en el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalita­t

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