El enigma de Centcelles
El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona redescubre el monumento romano
¿Fue Centcelles un edificio religioso? ¿Quizás el mausoleo de la familia imperial del mismísimo Constantino? ¿Acaso una lujosa y amplia villa romana? O la última propuesta: ¿La base de operaciones del ejército imperial en Hispania? Este conjunto monumental, ubicado junto al río Francolí, a seis kilómetros de Tarraco, sigue despertando pasiones y escondiendo secretos. El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) ha reunido una selección de imágenes –algunas inéditas– y documentos sobre el estudio que desde el Renacimiento y hasta la actualidad, arqueólogos, historiadores y eruditos, han realizado sobre esta singular construcción. Todo un redescubrimiento y puesta en valor del monumento que es, junto al conjunto romano de Tarragona, patrimonio de la humanidad.
“Hace algún tiempo había notado que habiéndose desgajado algunos pedazos de yeso de la cúpula de San Bartolomé, se observaban varios dibujos (...) toda la cúpula era un mosaico de mérito”, escribía Antoni Soler en una carta a su hijo Conrad. Corría el año 1877. Por entonces, Antoni era el propietario del edificio, que convirtió y compartimentó para usarlo como una masía. Pese a estas obras, su descubrimiento hizo que numerosos estudiosos y eruditos, como Hernández Sanahuja, o Lluís Domènech i Montaner visitaran el lugar y llevaran a cabo las primeras actuaciones para recuperar, estudiar e interpretar el espectacular mosaico de la cúpula. Entonces, se entendió el conjunto como los restos de un edificio de culto cristiano de época tardoromana.
Antes, en 1572, Lluís Pons d’Icart, ya escribió en el Libro de las grandezas y cosas memorables de la ciudad de Tarragona que “cerca de la villa de Costantín, se muestra un muy antiquíssimo edificio que se dize Censellas y sin duda es obra de los romanos”. Un grabado de Laborde que no llegó a publicarse pero que se ha reproducido para esta exposición, muestra una de las primeras imágenes del conjunto.
Ya en 1931, Centcelles se cata- logó como monumento históricoartístico y en los años cincuenta el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid adquirió el edificio y puso en marcha un ambicioso estudio e intervención integral del monumento dirigido por Helmut Schlunk y Theodor Hauschild. El trabajo más profundo realizado hasta el momento culminó con una nueva propuesta: el edificio podía haber sido un mausoleo dedicado al emperador Constantino, asesinado el año 350 d.C. y se habría levantado aprovechando las obras –inacabadas– de una villa.
Algunos especialistas han mantenido precisamente la posibilidad que el conjunto fuera una villa aristocrática. Sin embargo, la última propuesta de interpretación sobre la discutida funcionalidad y cronología de Centcelles apunta a algo muy distinto. Josep Anton Remolà y Meritxell Pérez (conservador y colaboradora del MNAT, respectivamente), mantienen que podría haber sido la base de los ejércitos imperiales destinados a Hispania durante el siglo V. Por el contexto histórico, por la situación de Tarraco en aquella época y por la estructura de la edificación. Una nueva lectura de un momento listo para ser redescubierto.