Nihilismo en el Etihad
El Madrid acabó fuerte pero no pudo castigar el conservadurismo de Pellegrini
Como potenciales usurpadores del trono europeo del Barça, City y Madrid demostraron anoche muy poco. Res, nada, niente, nul, nil, rien de rien. El partido fue tan ultraconservador que, en términos políticos, pareció un mitin de Marine Le Pen o una primaria republicana entre Donald Trump y Ted Cruz. En términos filosóficos, un manual de nihilismo. Y en términos económicos, como guardar el dinero debajo del colchón. Las inversiones de alto riesgo, si es que las hay, serán dentro de una semana en el Santiago Bernabeu.
Casualidad o no, el Madrid pareció utilizar la táctica que tan buen resultado le dio en el Camp Nou. Setenta minutos de absolutamente nada, como para despistar, y presión en los últimos veinte, cuando estuvo más cerca de la victoria y Joe Hart salvó un remate a bocajarro de Pepe, desde menos de tres metros, a la salida de un córner. Antes, un disparo de Bale había salido rozando el palo, y un cabezazo a Jesé a centro de Carvajal besó el larguero.
La regla del gol en campo contrario, propia de otra época en la que el fútbol era mucho más defensivo, se ha convertido en algo contraproducente, con el equipo de casa –como ayer el City– más preocupado de no conceder un tanto que de otra cosa. Dicen que la venganza es un plato que se sirve mejor frío, y parecía –a juzgar por los seis grados de temperatura y los guantes que llevaba Agüero– una noche propicia para que Pellegrini pasara factura. Pero los ingleses hicieron muy poco, excepto las arrancadas verticales de De Bruyne que Pepe, Carvajal y compañía con frecuencia neutralizaron a base de faltas. El Kun Agüero estuvo desasistido.
La primera parte fue tan soporífera que los productores de la televisión de la UEFA se las vieron y desearon para encontrar alguna jugada que mostrar en el vídeo del descanso. Lo más emocionante fue la marea de pancartas de color azul metálico y la explosión de confeti que recibió la entrada de los jugadores en el campo, y la pitada cuando apareció por la pantalla la imagen de un Cristiano Ronaldo que, resentido de su lesión
ULTRACONSERVADURISMO El Madrid ofreció setenta minutos de nadería, mientras que el City se preocupó por no encajar EL PORTERO, SALVADOR Hart salvó el empate con dos paradas ante remates de Pepe y Casemiro