Un compendio de la campaña
“La sensación es que somos mejores que ellos”. Lo dijo Navarro tras la derrota de ayer. Y en teoría podemos estar de acuerdo. Pero la realidad es que el Lokomotiv ha ganado más partidos que el Barcelona en la primera fase, en el top 16 y en el playoff de esta Euroliga. Que el Barça no esté en la final four no ha de ser una gran sorpresa porque no es uno de los cuatro mejores equipos del continente (aunque su rival tampoco). Ni es extraño que no pueda ganar fuera de casa el duelo decisivo si solamente ha sido capaz de vencer en cinco de los quince partidos que ha jugado en esta competición lejos del Palau. Lo que hace más dolorosa su eliminación son las circunstancias en que llega, con un último cuarto impropio de un equipo profesional: 0/11 tiros de campo y 3/7 tiros libres.
Pero ni siquiera eso –con ser raro, y grave– es inaudito- Al fin y al cabo, esa irregularidad del equipo, esos tremendos bajones y, en definitiva, la incapacidad para superar la dificultad de superar un partido que se complica al final, todo lo que vimos ayer en Krasnodar, es un fiel reflejo, un digno compendio, de lo que ha sido su campaña europea.
Ya expresamos al comenzar la temporada nuestra dudas sobre la composición de la plantilla. Han pasado los meses y, desgraciadamente, la mayoría de esas dudas no se han despejado para bien. Tampoco –y eso es peor– para el propio Xavi Pascual, que a menudo no ha tenido muy claro quién debía acabar los partidos. Y en el baloncesto es más importante definir qué jugadores acaban que quiénes empiezan. Un año más,
Que el Barça no vaya a la ‘final four’ no es una sorpresa, pues no está entre los cuatro mejores
el Barcelona ha optado por componer una plantilla muy larga (pese a lo cual cuando se lesionó Lawal hubo que fichar a otro, Dorsey) y eso dificulta la asunción de responsabilidades. Navarro al margen, cuando puede, y los últimos segundos de Doellman en Madrid y ante el CSKA en el Palau.
Cierto es que algunas lesiones no han ayudado, pero el equipo ha dependido excesivamente de su acierto en los triples, Arroyo no está siendo una alternativa válida para Satoransky y en ataque el juego interior está en manos de un jugador, Tomic, cuya insuficiencia defensiva es una rémora al otro lado de la pista, como se demostró una vez más ayer en ese deleznable último cuarto, cuando Singleton, el hombre al que marcaba el croata, anotó 12 puntos consecutivos que dieron al marcador el vuelco definitivo. Demasiados inconvenientes para que el Barça mantenga el nivel defensivo que fue la clave de unos éxitos que empiezan a quedar lejos.