Fallece la mujer atropellada por un ciclista hace un mes
El accidente, cuando la víctima iba a un recital de poesía, cuestiona los carriles en la acera
Josefina Peraire, de 69 años que fue atropellada el 28 de abril por una bicicleta, falleció ayer, después de 32 días en coma en el hospital de Sant Pau de Barcelona. Sobrecoge de nuevo la entereza y la humanidad con que la familia de la víctima ha comunicado la noticia, sin reproches y con muchos agradecimientos.
Gracias a la unidad de cuidados intensivos del hospital por su “exquisita y profesional atención”. También, dice la nota que hicieron pública ayer los seres queridos de la mujer, “por hacer que su final fuera el más digno posible”. Gracias también a la prensa por el respeto y la calidez en las informaciones sobre el accidente”. Y gracias a todas las personas anónimas que han hecho llegar su apoyo a los familiares. “Ella –acaba el comunicado– estaría contenta de conocer todas estas muestras de amor, respeto y profesionalidad”.
Josefina Peraire, gran amante de la poesía, se dirigía a un recital en la Casa de Valencia cuando se despistó e invadió un carril bici, que en esa zona no es más que una raya blanca pintada en el suelo. El ciclista no pudo esquivarla a tiempo, pero la mujer se rehizo y se levantó, sin que nada hiciera prever la gravedad de sus lesiones. Poco después, se desplomó y cayó en un coma del que ya nunca se recuperó. Sorprende que en un debate que suscita enconadas opiniones
La nota de la familia para explicar la triste noticia es una nueva prueba de entereza y calidez
–a favor y en contra de las bicis– la familia no haya estigmatizado a nadie y se haya limitado a pedir una investigación a la Síndica de Greuges de Barcelona, una institución muy crítica con los carriles bici no segregados de la acera, como es el caso del lugar del accidente. Sobre el ciclista sólo dijeron una cosa: gracias por pararse, por intentar ayudarla y por ir posteriormente a la policía y explicar qué pasó.