Marine Le Pen
PRESIDENTA DEL FRENTE NACIONAL
La presidenta del Frente Nacional lideró ayer un encuentro en Viena de partidos europeos de ultraderecha y populistas, en el que lanzaron un movimiento para reducir los poderes de la Unión Europea ante asuntos como la inmigración.
Redacción y agencias Alentados por las buenas perspectivas electorales y el inminente referéndum del Brexit, los principales partidos europeos de extrema derecha se reunieron ayer en Viena –liderados por la presidenta del Frente Nacional francés, Marine Le Pen– para lanzar la Primavera Patriótica, un movimiento unitario que pretende reducir los poderes de la Unión Europea y marcar un punto de inflexión en la crisis de los refugiados.
“Apoyo el referéndum en el Reino Unido porque quiero que todos los países de la Unión Europea tengan esta oportunidad”, dijo Le Pen en la rueda de prensa posterior. “Pero un eventual Brexit sería el inicio de una ‘Europa a la carta’. La UE debe cambiar, debe moverse. Si no se mueve, si no se reforma, la UE va a colapsar”. La líder del FN calificó de “tragedia” el asesinato de la laborista Jo Cox, pero rechazó darle una connotación política.
El encuentro en Viena estuvo auspiciado por el presidente del Partido de la Libertad (FPÖ) austríaco, Heinz-Christian Strache. La formación se encuentra en pleno proceso de impugnación del resultado electoral por el que el candidato ultraderechista a las presidenciales, Norbert Hofer, perdió ante el ecologista Alexander Van der Bellen por sólo 30.000 votos.
De los ocho líderes convocados, Strache fue el más contundente en contra de la inmigración y los refugiados, una situación de la que culpó directamente a Angela Merkel. “Os salvaremos en alta mar”, proclamó. “Pero os enviaremos de vuelta al puerto del que zarpasteis”. Tanto él como Le Pen relacionaron los últimos atentados terroristas con el flujo de refugiados provenientes de Oriente Medio.
Al encuentro se apuntaron, entre otros, la xenófoba Alternativa para Alemania (Afd), la Liga Norte y los partidos de ultra derecha belga y checo. Además de sus políticas racistas y populistas, les une un deseo de combatir el “centralismo” europeo mediante la democracia directa y el aumento de la influencia de los parlamentos nacionales. “Con la Primavera Patriótica queremos lanzar una señal. Tras un largo invierno en la UE, queremos que Europa florezca de nuevo”, avisó Strache.