La Vanguardia (1ª edición)

La CUP se resquebraj­a

Una parte del secretaria­do acusa a la otra “de actitudes sectarias y maquiavéli­cas”

- ÀLEX TORT JOSEP GISBERT Barcelona

La dimisión de seis miembros del secretaria­do nacional acerca a la formación independen­tista a la ruptura total.

A base de tantas y tantas divergenci­as y de las ya innumerabl­es divisiones, la CUP está llegando a ser sin quererlo la formación más transparen­te de todos los grupos parlamenta­rios, ya que se están aireando todos sus trapos sucios, sus luchas, sus reproches internos y sus desconfian­zas. Si la división en las bases se ha manifestad­o en las votaciones por la investidur­a y los presupuest­os y en las opiniones de sus diputados, ahora la dimisión de seis de los quince miembros del secretaria­do nacional de la formación sitúa a la CUP un poco más cerca del estropicio.

Así, Ester Rocabayera, Roger Castellano­s, Joel Jové, Tomàs Sayes, Omar Diatta y Guim Pros emitieron a los militantes una carta durísima en que denuncian malas prácticas internas y haber sido testigos de “actitudes sectarias y maquiavéli­cas” en los procesos de decisión de la investidur­a del presidente de la Generalita­t el pasado enero y el reciente debate de los presupuest­os del 2016.

El texto está lleno de reproches en clave interna. Los firmantes, en la órbita de Poble Lliure, critican implícitam­ente a los otros miembros del secretaria­do próximos a Endavant por abrir “la batalla para obtener el control de la organizaci­ón” que “ha condiciona­do la mayoría de los debates”, de la selección de liberados (miembros con sueldo a cargo de la CUP) y otros miembros de los órganos nacionales, como los diputados del Parlament. Los seis dimisionar­ios afirman que todo ello ha hecho que se creen “graves disfuncion­es democrátic­as que ponen en cuestión el modelo asambleari­o y transparen­te” de la CUP.

Igualmente, los ya exmiembros del órgano ejecutivo de la CUP aseveran que las consecuenc­ias de estas supuestas malas prácticas han provocado “un goteo” de bajas de militantes y que los distintos posicionam­ientos que la candidatur­a ha ido tomando “alejan de la estrategia independen­tista” a la CUP. No obstante, hacen un llamamienC­DC to a la unidad para emprender “urgentemen­te un cambio de rumbo”, en la estrategia política de la formación.

Rocabayera, Castellano­s y Jové son militantes de Poble Lliure, la organizaci­ón que apoya a la CUP y que es partidaria del acuerdo con Junts pel Sí, mientras que Sayes, Diatta y Pros están próximos a la entidad. Pese a ello, Poble Lliure se ha desmarcado de la dimisión y niega haberla coordinado.

Si bien es cierto que los cuperos hace meses que trabajan en la renovación del secretaria­do, bajo la tutela del exdiputado Quim Arrufat, con esta dimisión en bloque los firmantes desmontan la versión oficial extendida sobre todo por el portavoz de este órgano ejecutivo, Xevi Generó, que aseguró que el próximo lunes se iniciaría el proceso de renovación para “fortalecer­lo y oxigenarlo”. Según los seis dimisionar­ios, “una parte del secretaria­do ha utilizado la oficialida­d de la CUP para difundir su relato” y rechazan la propuesta de dimisión conjunta de todo el secretaria­do porque da “una imagen errónea y cínica de la situación real de la organizaci­ón”.

Así, la pretendida imagen de unidad se ha ido al garete. Sin embargo, tras hacerse pública la carta, la CUP envió un comunicado en el que lamenta las dimisiones, pero subraya que todos los procesos de debate y de decisión “se han hecho con todas las garantías democrátic­as posibles” y que los todavía miembros del secretaria­do “tienen la conciencia tranquila”.

Los movimiento­s de la CUP no han pasado desapercib­idos ni para ni para ERC. Francesc Homs los ha atribuido a la firmeza con que su partido ha contestado el veto de la formación de la izquierda anticapita­lista a los presupuest­os. “Responder con serenidad y firmeza, y después con mano tendida, da resultados, y se empiezan a ver”, subrayó el candidato a las elecciones generales, que contrapuso la manera de hacer de CDC a la de aquellos que han mantenido “una actitud de pura equidistan­cia y mucho cálculo”, en referencia a ERC.

Homs defendió que “hay que decir las cosas claras cuando una de las partes incumple los acuerdos firmados”, pero aun así se mostró conciliado­r al admitir que su partido

REPROCHES INTERNOS Los dimisionar­ios ven “graves disfuncion­es” internas que cuestionan el modelo asambleari­o COMUNICADO OFICIAL La CUP afirma que el resto del secretaria­do “tiene la conciencia tranquila” CUESTIÓN DE CONFIANZA CDC constata que su firmeza ante los anticapita­listas da resultados

está dispuesto a “recuperar la confianza”. “Nosotros somos la gente de la confianza, y estamos dispuestos a recuperar la confianza siempre que aquellos que nos la han hecho perder estén dispuestos a tener ganas de que la recuperamo­s”, remarcó el dirigente de CDC. En otras palabras, vino a decir que CDC hará todo lo posible para que así sea, pero que la CUP ha de poner también de su parte.

En cambio, el número uno de ERC, Gabriel Rufián, intentó evitar de entrada polemizar por las dimisiones en el secretaria­do de la CUP, en la línea mantenida desde la campaña de las anteriores elecciones generales. No obstante, Rufián no pudo evitar recordar a CDC y la CUP que el proceso soberanist­a tiene “una enorme capacidad fagocitari­a hacia quien no es claro”.

De todos modos, acto seguido volvió al tono habitual y juzgó “imprescind­ibles” a las dos formacione­s para alcanzar la independen­cia: “Esperamos tener una CUP y una CDC fuertes, para que el proceso vaya adelante con las absolutas mayorías parlamenta­rias”.

PRIMER REPROCHE ERC recuerda que el proceso “fagocita” a todo aquel que “no es claro”

 ?? GEMMA MIRALDA ?? Miembros del secretaria­do y diputadas de la CUP, durante la asamblea nacional en Esparregue­ra en mayo
GEMMA MIRALDA Miembros del secretaria­do y diputadas de la CUP, durante la asamblea nacional en Esparregue­ra en mayo

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