La CUP se resquebraja
Una parte del secretariado acusa a la otra “de actitudes sectarias y maquiavélicas”
La dimisión de seis miembros del secretariado nacional acerca a la formación independentista a la ruptura total.
A base de tantas y tantas divergencias y de las ya innumerables divisiones, la CUP está llegando a ser sin quererlo la formación más transparente de todos los grupos parlamentarios, ya que se están aireando todos sus trapos sucios, sus luchas, sus reproches internos y sus desconfianzas. Si la división en las bases se ha manifestado en las votaciones por la investidura y los presupuestos y en las opiniones de sus diputados, ahora la dimisión de seis de los quince miembros del secretariado nacional de la formación sitúa a la CUP un poco más cerca del estropicio.
Así, Ester Rocabayera, Roger Castellanos, Joel Jové, Tomàs Sayes, Omar Diatta y Guim Pros emitieron a los militantes una carta durísima en que denuncian malas prácticas internas y haber sido testigos de “actitudes sectarias y maquiavélicas” en los procesos de decisión de la investidura del presidente de la Generalitat el pasado enero y el reciente debate de los presupuestos del 2016.
El texto está lleno de reproches en clave interna. Los firmantes, en la órbita de Poble Lliure, critican implícitamente a los otros miembros del secretariado próximos a Endavant por abrir “la batalla para obtener el control de la organización” que “ha condicionado la mayoría de los debates”, de la selección de liberados (miembros con sueldo a cargo de la CUP) y otros miembros de los órganos nacionales, como los diputados del Parlament. Los seis dimisionarios afirman que todo ello ha hecho que se creen “graves disfunciones democráticas que ponen en cuestión el modelo asambleario y transparente” de la CUP.
Igualmente, los ya exmiembros del órgano ejecutivo de la CUP aseveran que las consecuencias de estas supuestas malas prácticas han provocado “un goteo” de bajas de militantes y que los distintos posicionamientos que la candidatura ha ido tomando “alejan de la estrategia independentista” a la CUP. No obstante, hacen un llamamienCDC to a la unidad para emprender “urgentemente un cambio de rumbo”, en la estrategia política de la formación.
Rocabayera, Castellanos y Jové son militantes de Poble Lliure, la organización que apoya a la CUP y que es partidaria del acuerdo con Junts pel Sí, mientras que Sayes, Diatta y Pros están próximos a la entidad. Pese a ello, Poble Lliure se ha desmarcado de la dimisión y niega haberla coordinado.
Si bien es cierto que los cuperos hace meses que trabajan en la renovación del secretariado, bajo la tutela del exdiputado Quim Arrufat, con esta dimisión en bloque los firmantes desmontan la versión oficial extendida sobre todo por el portavoz de este órgano ejecutivo, Xevi Generó, que aseguró que el próximo lunes se iniciaría el proceso de renovación para “fortalecerlo y oxigenarlo”. Según los seis dimisionarios, “una parte del secretariado ha utilizado la oficialidad de la CUP para difundir su relato” y rechazan la propuesta de dimisión conjunta de todo el secretariado porque da “una imagen errónea y cínica de la situación real de la organización”.
Así, la pretendida imagen de unidad se ha ido al garete. Sin embargo, tras hacerse pública la carta, la CUP envió un comunicado en el que lamenta las dimisiones, pero subraya que todos los procesos de debate y de decisión “se han hecho con todas las garantías democráticas posibles” y que los todavía miembros del secretariado “tienen la conciencia tranquila”.
Los movimientos de la CUP no han pasado desapercibidos ni para ni para ERC. Francesc Homs los ha atribuido a la firmeza con que su partido ha contestado el veto de la formación de la izquierda anticapitalista a los presupuestos. “Responder con serenidad y firmeza, y después con mano tendida, da resultados, y se empiezan a ver”, subrayó el candidato a las elecciones generales, que contrapuso la manera de hacer de CDC a la de aquellos que han mantenido “una actitud de pura equidistancia y mucho cálculo”, en referencia a ERC.
Homs defendió que “hay que decir las cosas claras cuando una de las partes incumple los acuerdos firmados”, pero aun así se mostró conciliador al admitir que su partido
REPROCHES INTERNOS Los dimisionarios ven “graves disfunciones” internas que cuestionan el modelo asambleario COMUNICADO OFICIAL La CUP afirma que el resto del secretariado “tiene la conciencia tranquila” CUESTIÓN DE CONFIANZA CDC constata que su firmeza ante los anticapitalistas da resultados
está dispuesto a “recuperar la confianza”. “Nosotros somos la gente de la confianza, y estamos dispuestos a recuperar la confianza siempre que aquellos que nos la han hecho perder estén dispuestos a tener ganas de que la recuperamos”, remarcó el dirigente de CDC. En otras palabras, vino a decir que CDC hará todo lo posible para que así sea, pero que la CUP ha de poner también de su parte.
En cambio, el número uno de ERC, Gabriel Rufián, intentó evitar de entrada polemizar por las dimisiones en el secretariado de la CUP, en la línea mantenida desde la campaña de las anteriores elecciones generales. No obstante, Rufián no pudo evitar recordar a CDC y la CUP que el proceso soberanista tiene “una enorme capacidad fagocitaria hacia quien no es claro”.
De todos modos, acto seguido volvió al tono habitual y juzgó “imprescindibles” a las dos formaciones para alcanzar la independencia: “Esperamos tener una CUP y una CDC fuertes, para que el proceso vaya adelante con las absolutas mayorías parlamentarias”.
PRIMER REPROCHE ERC recuerda que el proceso “fagocita” a todo aquel que “no es claro”