Montjuïc refuerza su oferta deportiva
Abre puertas el parque temático Open Camp, que dará nuevos usos a instalaciones de los Juegos del 92
A lo largo del planeta se pueden encontrar los más variopintos parque temáticos, desde los clásicos, con montañas rusas, hasta extrañezas como el de la prisión de Abachiri, en Japón, dedicado a las condiciones extremas en las que vivían los internos del centro penitenciario. Pero en ningún lugar se había montado uno dedicado al deporte. El primero se inauguró ayer en Barcelona, en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Utiliza diversas instalaciones del anillo olímpico de Montjuïc, una montaña que gana de este modo un nuevo atractivo y refuerza su oferta deportiva. Hoy abre sus puertas al público.
“Es una idea innovadora y pionera”, aseguró ayer Paco Medina, director y alma máter de lo que han bautizado como Open Camp. “El mayor entretenimiento en términos económicos es el deporte y, curiosamente, a nadie se le había ocurrido hacer un parque sobre él”, explicó cinco años después de idearlo. Se pueden practicar, en ropa deportiva o traje, más de 30 actividades en
las que el visitante tiene su minuto de gloria y se siente, por una vez, como un auténtico profesional del deporte. Baloncesto, atletismo, boxeo, tiro olímpico, béisbol… una gran variedad de disciplinas y, por supuesto, también fútbol. El deporte rey cuenta con un simulador avanzado llamado Open 360 que va lanzando balones para que el jugador busque diferentes objetivos virtuales. Cuentan que José Mourinho se lo quiere llevar a Inglaterra. El deporte paralímpico también tiene su lugar.
Medina es consultor de estimación turística y ha trabajado durante años en Eivissa, intentando dar la vuelta al modelo de ocio de la isla. Su método: “Utilizar equipamiencinco tos ya construidos y emplearlos para fines distintos”. Buscó durante dos años localizaciones por todo el mundo y volviendo de un vuelo que partía desde Sevilla divisó la zona olímpica de Montjuïc y se dio cuenta de que Barcelona cumplía con todos los requisitos. Otras ciudades como Roma o Berlín ya se han interesado por el proyecto con el objetivo de dar un nuevo uso a sus instalaciones olímpicas. La iniciativa supone 270 puestos de trabajo directos, cifra que se eleva hasta los 500 si se cuentan los indirectos. En los últimos 18 meses se han invertido 7,5 millones de euros y la suma final será de 10,5. Todo inversión privada, sin subvenciones, recuerdan sus promotores.
El proyecto aportará 34 millones a las arcas públicas en los próximos años en concepto de alquiler de las instalaciones. La Universitat Pompeu Fabra ha calculado que el impacto económico será de 112 millones anuales. La previsión de facturación es de 23 millones anuales y la de visitantes, de 1,4 millones durante el primer ejercicio.
Las autoridades asistentes, la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, y los tenientes de alcalde, Jaume Collboni y Jaume Asens, lanzaron un penalti para inaugurar el parque. También asistió a la inauguración el exalcalde Xavier Trias.
Durante la jornada previa a la apertura de Open Camp al público, algunos grupos reducidos pudieron probar las atracciones. “Es vivir el deporte en primera persona”, explicaba Lucía Segarra después de practicar el tiro con arco. “Me parece fantástico para venir en familia y, además, utiliza instalaciones que siempre estaban cerradas”, destaco Teresa Pujol (Open Camp abrirá
El parque espera recibir 1,3 millones de visitantes durante la primera temporada
230 días al año). Más quejoso se mostró Agustí Vilanova. “Algunas de las actividades no se pueden hacer”, denunció el adolescente. Y es que el parque abre sus puertas al “90% de su rendimiento”, según sus precursores. Algunas actividades, como las de la torre Calatrava, no se pueden llevar a cabo.
Open Camp tiene su vertiente cultural. La entrada, que costará 28 euros a los adultos y 12 a los niños, permite acceder al Museu Olímpic i de l’Esport y en el estadio se organizarán exposiciones, la primera dedicada al intento frustrado de organizar unas Olimpíadas Populares en 1936. También se proyectan cortos de las últimas ediciones del BCN Sports Film. El espectáculo final es una pieza audiovisual proyectada sobre una semiesfera de 18 metros de diámetro y 9 de altura situada en el centro del terreno de juego.