“En el gobierno Colau no hay diálogo, sólo arrogancia”
El portavoz del grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, pasa revista al primer año del gobierno de BComú, ampliado ahora con el ingreso del PSC
El grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona se ha sentido menospreciado por el gobierno municipal en el primer año de mandato de BComú. Su portavoz, Joaquim Forn, a quien el exalcalde Xavier Trias ha señalado como su preferido para encabezar la alternativa a Ada Colau en el 2019, asegura que, a pesar de que la alcaldesa prometió un diálogo más fluido con el principal grupo de la oposición, nada ha cambiado. Entre BComú y CiU sigue habiendo un muro infranqueable.
Colau gobierna en minoría, pero su liderazgo parece más sólido que nunca. ¿Alguna explicación?
En el buen funcionamiento de una ciudad hay siempre una parte de inercia positiva, que hace que los cambios no se noten de inmediato. Pero nos preocupan algunos mensajes que emite el gobierno y que pueden tener consecuencias muy negativas en el futuro. Construir cuesta mucho y destruir las cosas positivas es muy fácil. Es un error poner en duda constantemente un modelo que ha funcionado.
¿Qué se está destruyendo?
Los modelos de ciudad que funcionan en todo el mundo se basan en la colaboración entre lo público y lo privado. Ese modelo se ha puesto en duda. Hay una constante desconfianza hacia el sector privado.
¿Un prejuicio ideológico?
Sí, absolutamente. Parece como si todo lo que no es público sea malo. Por ejemplo, la moratoria hotelera ha creado una inseguridad jurídica que podría costarle mucho dinero a los barceloneses. Y está esa reiteración de esos mensaje negativos. Nosotros reivindicamos lo que pasó en los cuatro años anteriores: fuimos capaces de captar 7.500 millones de inversión extranjera. Ahora dudo de que se repita. Una persona que se plantee invertir en Barcelona se lo pensará dos veces.
¿Cree que Barcelona está perdiendo ya oportunidades económicas, inversiones y proyección internacional?
Los efectos no se notan en un año. Pero ganar terreno en determinados ámbitos como el de las smart cities cuesta mucho. Hicimos un esfuerzo en este ámbito que nos fue reconocido mundialmente, pero todo esto se ha abandonado, del mismo modo que sectores punteros como la biomedicina no se sienten apoyados por el Ayuntamiento. Y, mientras, las otras ciudades no pierden el tiempo.
¿Salva alguna cosa de este primer año de Ada Colau?
Es imposible que un gobierno lo haga todo mal. Hay cosas que se han hecho correctamente, como la propuesta del plan de barrios, aunque cabe recordar que otros gobiernos también lo hicieron y, además, 150 millones de euros en cuatro años para 15 barrios nos parecen insuficientes. Pero compartimos la filosofía del plan y que desde el comienzo se haya querido hablar con la oposición. Precisamente esa es una de nuestras críticas a este gobierno, que no ha habido diálogo, sino la arrogancia de pensar que con 11 concejales podían gobernar como si tuvieran mayoría absoluta.
La alcaldesa prometió que la situación iba a cambiar. ¿Lo han notado ya?
Cuando lo dijo convocó al presidente del grupo, se reunió con él y le aseguró que la relación sería diferente. Pero ahí acabó todo. Continúa habiendo una nula voluntad o una incapacidad para llegar a acuerdos.
¿Y de aniquilar al adversario?
Ellos hicieron una campaña electoral durísima contra CiU, pero también contra el PSC, al que acusaron de ser el partido de la mafia y la especulación. Y ahora los socialistas son sus socios de gobierno. Decir que su propósito es aniquilarnos quizás sea exagerado; lo que nos preocupa es que sigan actuando como si tuvieran mayoría absoluta, que apelen a la épica y que digan que están haciendo la revolución. ¿Con 11 concejales de 41? Lo dudo.
¿Qué ha de representar la
“El modelo de ciudad que funciona se pone en duda con desconfianza total hacia lo privado” “En 4 años captamos 7.500 millones de inversión extranjera; dudo que esto se repita”
entrada del PSC en el gobierno?
El gobierno se ha ampliado, pero su capacidad de llegar a acuerdos es ahora menor. ERC y la CUP le echan en cara que ha pactado con el partido al que culpabilizaban de este modelo de ciudad que tan poco les gusta. Hoy tenemos un gobierno más débil.
¿La moción de censura se ha desvanecido del todo?
La aritmética es tozuda y la hace inviable. Lo que intentamos es hacer una oposición clara, que se nos vea como una alternativa al gobierno de Ada Colau.
La apuesta de Xavier Trias para el 2019 es Joaquim Forn, pero el partido aún ha de pronunciarse. ¿Se ve usted encabezando la alternativa a Colau en el 2019?
Yo daré el paso en las primarias. Hemos de ser capaces de buscar el mejor candidato y de construir la alternativa, y para ello lo que hagamos los que tenemos responsabilidades en el grupo municipal es fundamental. Hemos estado cuatro años en el gobierno, conocemos la ciudad y la maquinaria del Ayuntamiento y ese es un activo que no podemos perder.