Indulgencia plena
El interior del Empordà es un paisaje de suaves colinas en el que hay varios hoteles donde dedicarse tiempo a uno mismo
Hay quien dice que el paisaje del interior del Empordà es nuestra particular Toscana. Un escenario de suaves colinas y pueblos exiguos de nombres sorprendentes como Pals, Ultramort, Regencós, Parlavà, Monells, e incluso Madremanya, que está en el Gironés, pero muy cerca del límite con el Baix Empordà. Es el Empordanet de Josep Pla yel país petit al que cantaba Lluís Llach. También es mucho menos conocido y por supuesto mucho menos masificado que la zona marítima –la Costa Brava– de las dos comarcas que forman el Empordà en un sentido amplio. La Costa Brava es probablemente la zona de mayor éxito turístico de Catalunya, si tenemos en cuenta que a Barcelona siempre hay que darle de comer aparte.
La ausencia de masificación hace del Empordanet un lugar perfecto para entregarse a la indulgencia con todas sus letras. Relajarse, descansar, dedicarse, en definitiva, algo de tiempo a uno mismo. Para ello hay un buen puñado de hoteles, algunos de los cuales cuentan además con una excelente oferta gastronómica.
Mas de Torrent Afores de Torrent s/n. Torrent
Durante muchos años, esta antigua masía catalana del siglo XVIII permaneció olvidada en medio de campos de siembra, hasta que la familia Figueras decidió convertirla en un hotel único y exclusivo. Pertenece al prestigioso conjunto de los Relais & Châteaux y dispone de un total de 38 suites, situadas en la masía y en su zona ajardinada. También en el jardín y alejada del resto, la Nature Suite es una habitación eco- sostenible en la que todo está pensado para que sea 100% natural, ecológico y sostenible. Además, la oferta gastronómica del hotel va a cargo de la chef Fina Puigdevall, que tiene dos estrellas Michelin en su restaurante Les Cols, en Olot.
El hotel cuenta con un spa dotado con cuatro cabinas de tratamiento, terraza solarium, hammam, sauna, zona de aguas, sala de fitness, sala de relajación y piscina climatizada. El acceso a las instalaciones de masSPA está abierto a los clientes del hotel y a aquellos que sin estar alojados en el hotel deseen reservar un tratamiento o pasar un día en el spa. Además, organiza clases de yoga y actividades a medida de los clientes que lo solicitan.
Hotel del Teatre Plaza Major s/n. Regencós
El Hotel del Teatre es un hotel boutique de cuatro estrellas y sólo siete habitaciones. El nombre viene del antiguo teatro del pueblo, cuyo edificio ocupa ahora el restaurante La Caléndula –justo delante del hotel–, que regenta otra cocinera. Es Iolanda Bustos, a la que se conoce como la cocinera de las flores, por incorporar estas en casi todos sus platos, no como un elemento decorativo, sino como un ingrediente más. La suya es una cocina del paisaje, ya que ella misma se encarga de recolectar las flores y las hierbas que incorpora en sus recetas.
Este hotel también se ubica en una masía, del siglo XVII, que fue rehabilitada en 2004 y que sigue la típica arquitectura de las masías-granjas tradicionales. La pareja formada por Alejandro Sánchez y Marie Laure Baudenet d’Annoux –dos enamorados del Empordà– la compró, y en 2015, precisamente aprovechando que Bustos trasladó el restaurante desde Girona hasta Regencós, el hotel fue renovado por completo por el estudio de interiorismo Trestrastos, que también se encargó de convertir el teatro de Regencós en restaurante. El establecimiento forma parte de la asociación Petits Grans Hotels de Catalunya y el restaurante de Iolanda Bustos, de la de La Cuina de l’Empordanet.
Hotel La Plaça Sant Esteve, 17. Madremanya
El hotel está en Madremanya –en un edificio cuyo origen se remonta a los tiempos de los romanos–, en la comarca del Gironés, y a sólo 18 kilómetros de Girona, en la puerta de entrada al Empordà. Esta localidad está situada en una colina y vale la pena una visita a su casco antiguo con la iglesia fortificada de Sant Esteve en lo alto y las casas y callejuelas de los alrededores, con muchos recuerdos de la edad media.
El hotel La Plaça es un establecimiento rural y romántico que cuenta con 11 habitaciones, dos de las cuales son pequeños apartamentos de dos dormitorios y cocina.
El restaurante está a cargo de Mònica Ferré y su esposo, Vicenç Fajardo –nacido en Girona, pero que creció en Australia–, quien en 2015 estuvo nominado al premio de Millor Cuiner de l’Any, galardón que otorga el Fòrum Gastronòmic de Girona cada año.