El temporero de la sonrisa
El año 2015 marcó un antes y un después en la NBA. Porque el elevado número de muertes prematuras en exjugadores hizo saltar las alarmas a las instituciones estadounidenses. De hecho, desde este mes de marzo se han empezado a realizar chequeos médicos a jugadores retirados con el objetivo de controlar su salud.
La NBA sufrió un duro revés la semana pasada al conocer el fallecimiento de Sean Rooks con tan sólo 46 años. Un ataque repentino al corazón acabó con la vida del exjugador, un trotamundos en la mejor liga del mundo que pasó por España y la pasada temporada había sido entrenador asistente en los malogrados Philadelphia 76ers.
La noticia causó revuelo en Nueva York, donde una noche antes se había avistado a Rooks en una cena con Phil Jackson, actual director general de los New York Knicks, que le habría ofrecido un puesto de asistente en el banquillo neoyorquino, actualmente dirigido por Jeff Hornacek.
El expívot de la Universidad de Arizona jugó durante 12 temporadas en la NBA entre 1992 y el 2004, siendo un sólido jugador de rotación y muy apreciado en el vestuario. Rooks pasó por Dallas (en dos etapas distintas), Minnesota, Atlanta, los Lakers, los Clippers, New Orleans y Orlando, cerrando en 2005 su carrera profesional con breves pasos por el Unicaja de Málaga y en el Fiatc Joventut antes de su retirada definitiva.
Su llegada a Málaga coincidió con el resurgir del equipo entrenado entonces por el actual seleccionador nacional Sergio Scariolo, que logró in extremis su clasificación para la Copa del Rey de Zaragoza 2005, con él como principal estandarte. Semanas después, el Unicaja levantó el título en el pabellón Príncipe Felipe, una competición que Rooks ya no disputó por la recuperación de Zan Tabak, al que sustituyó durante un mes y medio. Tras su etapa en la Costa del Sol logró un contrato hasta final de aquel curso en el Joventut de Badalona, donde aún guardan un buen recuerdo de él por
En el Joventut de Badalona guardan un buen recuerdo por su carácter afable, cercano y siempre divertido
su carácter afable, cercano y sobre todo siempre divertido. Allí promedió 5,6 puntos, 4,7 rebotes y 8.3 de valoración.
Tras su retirada, Rooks empezó su carrera como entrenador, arrancando como asistente en la D-League en los Bakersfield Jam, pasando posteriormente por los New Mexico Thunderbirds y los Sioux Falls Skyforce.
Quién sabe lo que el futuro le tenía deparado. El camino en los banquillos había empezado. Su legado ya es imborrable.