La nueva vanguardia
Nolito y Morata dan lustre a la apuesta por la renovación de Del Bosque
Si en algo ha cambiado España es en la delantera. Si una línea ha sufrido vaivenes desde antes incluso del Mundial de Brasil es la vanguardia. Vicente del Bosque llevaba mucho tiempo probando hombres y devanándose los sesos para hallar los relevos de un David Villa que iba apagándose y de un Fernando Torres que no daba señales de vida. Lo intentó con Diego Costa en uno de los mayores fiascos, no precisamente por culpa del seleccionador, de esta época. Lo ensayó con Paco Alcácer, hasta el punto que sorprendió su ausencia en la lista. Y al final se decantó por Álvaro Morata como referencia y como Nolito escorado a la izquierda, esa posición de la que partía antaño el Guaje con tan buenos réditos. No marcaron el primer día y se generó el habitual debate de si a España le faltaba gol pero anoche ante Turquía se resarcieron.
Hasta ayer, de los 23 convocados por Del Bosque sólo sabían lo que era marcar un gol en una Eurocopa Piqué, Alba, Cesc y Silva. Cuatro y ninguno atacante. Pero esta estadística se fue al limbo al ver puerta tanto Morata como Nolito. “Decían que los delanteros no marcábamos gol pero aquí estamos. Siempre hay que buscar algo malo cuando las cosas van bien. Antes veía los partidos de España por televisión y ahora disfruto del juego de este equipo. Es un sueño”, valoró Morata.
En su primer gran desafío con España el excanterano del Madrid, al que le espera un gran recorrido por delante (23 años), y el excanterano del Barça, que puede dar este verano el gran golpe de su carrera a una edad en la que otros ya lo han dicho casi todo (va camino de los 30), se asociaron para doblegar la resistencia otomana.
Primero por vía aérea –qué salto y qué giro de cuello de Morata– y segundo de manera terrestre, al cazar el de Sanlúcar un mal rechace de Topal. Nolito conectó con Morata para abrir el marcador y después, tras meter el segundo, se abrazó intensamente con un Casillas decidido a demostrar que su capitanía va más allá de jugar o no jugar.
Pero el del terreno de juego no es el único punto de intersección entre Nolito, que se ganó el puesto con su arte y puntería en los partidos de preparación, y Morata. Los dos se
EN EL MERCADO El Barça y el Madrid los tuvieron, los dejaron escapar y ahora los quieren recuperar a base de millones
marcharon de los clubs que los terminaron de hornear y sus nombres resuenan permanentemente en los pasillos de ambas entidades.
Luis Enrique sigue bebiendo los vientos por el andaluz, cuyo precio es el mismo que el Barcelona no pudo afrontar en enero: 18 millones. La diferencia es que hasta el Celta da por perdido este verano al futbolista. Sabe que tarde o temprano algún equipo, con la Premier siempre al acecho, se presentará en Balaídos para abonar la cláusula de rescisión. Casi el doble, 35 millones, es lo que le costaría al Madrid repescar a Morata tras venderlo por 22 al Juventus. Casi no hay semana en que no aparezcan noticias de encuentros o contactos entre el representante de Morata y ejecutivos del Madrid. El futbolista espera multiplicar su cotización y aspira a ingresar unos 7 millones por temporada, cifras a los que sólo puede llegar el equipo blanco o los adinerados de Inglaterra. Cada gol de Morata y Nolito anticipa una lluvia de billetes.