Otro incendio, ahora de Croacia
El lanzamiento de bengalas y petardos interrumpió el partido contra la República Checa
El lanzamiento de petardos y bengalas al césped del estadio Geoffroy Guichard de Saint-Étienne obligó ayer al colegiado del partido que disputaban República Checa y Croacia –del mismo grupo de España– a interrumpir durante cinco minutos, cuando se disputaba el 86, un encuentro que los checos consiguieron empatar tras la reanudación final gracias a un penalti. Los incidentes se originaron en uno de los córners donde se agrupaba la afición croata, cuya federación ya tenía abierto un proceso disciplinario por el encendido de bengalas y lanzamiento de objetos al terreno de juego durante el Turquía-Croacia disputado el pasado domingo. Esta vez los hechos cobraron mayor gravedad y uno de los petardos incluso le estalló en las manos a un operario que retiraba los artefactos, al parecer sin causarle heridas.
Los sucesos del primer partido de Croacia iban a ser tratados por el Comité de Control, Ética y Disciplina el próximo 21 de julio, aunque la reiteración y agravamiento de los hechos adelantarán la reunión y podrían comportar a la Federación Croata una sanción de hasta 150.000 euros, como la que correspondió a Rusia por los altercados que se produjeron en el interior y los alrededores del Vélodrome de Marsella.
Durante la fase de clasificación para esta Eurocopa, Croacia ya fue sancionada con 100.000 euros, dos partidos en casa a puerta cerrada, la prohibición de jugar en Split y hasta un punto de sanción por diversos incidentes, entre ellos cánticos racistas y la presencia de una esvástica dibujada con un cortacésped sobre el terreno de juego durante la visita de Italia en un encuentro que ya se disputó a puerta cerrada.
Como entonces, los jugadores croatas fueron ayer los primeros que censuraron la actitud de sus seguidores. El barcelonista Rakitic, autor de uno de los goles, expresó su malestar y preocupación por lo acontecido: “Tal vez nos tengamos que ir para casa. No jugamos a puerta cerrada por casualidad”. Mientras que su seleccionador, Ante Cacic, fue más allá, calificando a este grupo de ultras como “terroristas deportivos”. “No representan a la afición croata”, aseveró.
En el terreno deportivo, Croacia se lo creyó, se gustó y ganó hasta la interrupción. Poco antes, Skoda, de cabeza, había reducido distancias, y en el minuto 89 Vida cometió un penalti absurdo que Necid no desaprovechó. La pájara croata la vio ya desde el banquillo Modric, seria duda ante España por una distensión en el abductor de la pierna izquierda.