La dirección socialista ve “muy verde” toda opción de investidura
Tras haberle dicho a Mariano Rajoy a la cara que no apoyará su investidura como presidente del Gobierno –aunque luego, ya en público, introdujo el matiz temporal “a día de hoy” para contentar a todos–, Pedro Sánchez vuelve a sumergirse para intentar eludir la presión universal que le urge a desbloquear la situación.
“No hay que poner la carga de la prueba en el PSOE, sino en el PP”, insisten en defender en su equipo, pese a la apariencia de que Sánchez se encuentra en un callejón sin salida. Lo que sí vislumbran en la dirección del PSOE es que, por mucho que Rajoy les intente apretar las tuercas barajando ya hasta una fecha para una tercera convocatoria electoral –el 27 de noviembre–, una investidura exprés los próximos 3 o 5 de agosto parece poco probable. “Yo lo único que veo claro es que esto está muy, pero que muy verde”, admite un dirigente del núcleo duro de Sánchez.
El documento que Rajoy presentó al PSOE para intentar negociar acuerdos lo consideran, en todo caso, papel mojado. “Nuestra intención no es negociar sobre ese documento”, aseguró ayer el veterano José Enrique Serrano. El documento remitido por Rajoy, por tanto, “no es un juicio que influya en la decisión del PSOE que había tomado previamente sobre votar no a su investidura”, zanjó Serrano. A su juicio, además, este programa del PP no hace más que “perseverar” en las políticas desarrolladas por el Ejecutivo en los últimos cuatro años, lo que tampoco invita a nada. “Le he echado un vistazo y la primera impresión no es muy alentadora”, ironizó Serrano. Y también insistió en poner la pelota en el tejado del ganador de las elecciones del 26-J: “A ver qué hace Rajoy y el PP para conseguir unos apoyos que hoy no tiene”.
Ya advirtió Sánchez, por boca de su portavoz parlamentario Antonio Hernando, que a la cita con Rajoy del miércoles acudía dispuesto a escuchar, no a negociar nada. Aunque tampoco, según fuentes del PSOE, escuchó en esta reunión Sánchez nada parecido a una propuesta del líder del PP tendente a desencallar la situación. Rajoy, pues, se mantiene en sus trece, esperando simplemente a que el PSOE se cueza en su propia salsa y le acabe resolviendo la papeleta, mientras Sánchez mantiene el pulso y le insta a reunir 176 diputados dispuestos a votarle la investidura, primero, y después garantizarle estabilidad para gobernar. Sin dar su brazo a
En Ferraz consideran papel mojado el programa remitido por Rajoy, y rechazan entrar a negociarlo
torcer y, al tiempo, manteniendo abiertas todas las alternativas –desde intentar un gobierno alternativo a que se precipiten de nuevo las elecciones–, siquiera como estrategia de resistencia.
Entre tanto, se mantiene el debate interno en las filas socialistas en el que chocan los defensores de que sólo Rajoy puede intentar formar gobierno y en ningún caso Sánchez, y los que insisten en que, si el líder del PP no consigue su investidura, le tocará el turno al aspirante socialista a la Moncloa. En el primer bloque se sitúan la presidenta andaluza, Susana Díaz, el presidente asturiano, Javier Fernández, o el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. En el segundo, entre otros, el líder del PSC, Miquel Iceta, que ayer lo volvió a reiterar: “Si Rajoy no alcanza la investidura no se acaba el mundo y le corresponderá al PSOE tomar la iniciativa”.