Taxistas al margen
Las administraciones no pueden permitir que grupos de taxistas traten de cazar por su cuenta a todos aquellos conductores que compiten con ellos de manera desleal, que organicen batidas en busca de todos aquellos a quienes llaman piratas. Nadie puede tomarse la justicia por su mano, nadie puede moverse al margen de la ley, nadie puede hacer el trabajo de la policía... Aunque tengan razón, aunque luego llamen a la Guardia Urbana y presenten una denuncia. Pero del mismo modo en que las administraciones no pueden permitir que grupos de taxistas hagan el trabajo de la policía, tampoco deben tolerar que cualquier otro haga el trabajo de los taxistas. En estos momentos, las redes sociales facilitan a cualquier conductor ofrecer sus servicios de manera informal, hacerse incluso con una amplia cartera de clientes. Pero el transporte de viajeros conlleva una larga serie de compromisos y garantías. La seguridad de las personas está en juego. Además, buena parte de esta nueva economía colaborativa está sumergida, es de color negro.