Vivir la playa a lo bestia
En Catalunya sólo dos playas autorizan el baño a los perros, una costumbre rechazada por muchos, a pesar de que la experiencia demuestra que las playas con perros no son ni más sucias ni más molestas que las demás, donde sí es legal poner música a todo volumen, fumar, beber sin control o llenar de arena al vecino de toalla.