El PNV desoye a Otegi y rechaza cualquier frente común
El Gobierno vasco marca distancias ante la posible inhabilitación del abertzale
El debate sobre la impugnación de la candidatura de Arnaldo Otegi a las elecciones vascas del 25 de septiembre se está convirtiendo casi en el único tema de la precampaña. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) es consciente de ello y ha empezado a marcar distancias con el líder de la izquierda abertzale. Ayer el portavoz del gobierno vasco y candidato por Bizkaia, Josu Erkoreka, responsabilizó a la defensa de Otegi de la situación en la que se encuentra por no haber recurrido a tiempo la inhabilitación de la Audiencia Nacional.
A principios de año, la abogada y amiga del candidato de EH Bildu Jone Goirizelaia declinó apelar al Tribunal Supremo la decisión que le impide acceder a un cargo público hasta el 2021. La izquierda independentista tenía claro entonces que, como había pasado con el parlamentario Iker Casanova, la inhabilitación no se podría aplicar porque en la sentencia no se especificaba a qué cargos concretos no podía optar. Tocaba no hacer más ruido en los tribunales. Ahora, sin embargo, la vía que está sobre la mesa es otra, la inhabilitación para sufragio pasivo, con un final más incierto. En una entrevista en Rac1, Otegi pidió al lehendakari, Iñigo Urkullu, que liderara una respuesta a lo que considera un “pucherazo” electoral. Erkoreka respondió tajante: “El lehendakari carece de atribuciones en el ámbito jurídicojudicial”. Si bien los nacionalistas moderados critican la condena por el caso Batergaune, también creen que esta polémica “no cae del cielo” y que, en parte, es culpa de la decisión de su defensa. Además, el portavoz recordó que es la Fiscalía de la Audiencia Nacional quien ha movido ficha para evitar que el líder abertzale pueda ser candidato, el mismo órgano con quién la antigua Batasuna pactó en enero –admitiendo su pertenencia a ETA– para evitar la prisión de 35 encausados en el llamado macrosumario de Segura.
Los dardos del principal partido de Euskadi a su contrincante electoral
El PNV no quiere que la polémica por el caso Otegi eclipse las elecciones vascas de septiembre
se explican por el miedo a que esta nueva pugna en los tribunales dé oxigeno a la izquierda independentista, debilitada por los malos resultados en los comicios generales y a quienes las encuestas sitúan ahora en segunda posición, con Podemos muy cerca. Erkoreka admitió ayer que “les preocupa que haya formaciones que no se puedan presentar a través de los candidatos libremente elegidos” pero que les inquieta todavía más que eso “eclipse el debate político” propio de las semanas previas a una cita con las urnas. Otegi respondió a través de su cuenta de Twitter afirmando que, si el lehendakari Urkullu no puede hacer de mediador, esto significa que “no puede garantizar los derechos de sus conciudadanos”.
La situación –que probablemente se alargará hasta el día que empiece la campaña, el 9 de septiembre– ha vuelto a dividir a los partidos vascos. Mientras Ciudadanos, el PP y UPyD ya han anunciado que impugnarán el nombre del cabeza de lista de EH Bildu –en este caso, candidato para Gipuzkoa– los socialistas aseguran que no quieren alimentar la polémica. El secretario general del PSE en Vizcaya, Mikel Torres, dijo en la cadena Ser que respetarán la decisión de los tribunales aunque “muchos” socialistas no compartan el veto a Otegi.