La Vanguardia (1ª edición)

El viaje alucinante de Xargay

La alero gerundense transmite un positivism­o total antes de los cuartos de final

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Río de Janeiro. Enviado especial

Ahora ya no llevo repelente para los mosquitos. Los primeros días sí que estábamos en plan de no salir ni de la casa. Olíamos todas a repelente, era el perfume común de los Juegos. Pero estoy encantada con estos Juegos, ninguna queja”, asegura con una sonrisa que no le abandona. Lo primero que llama la atención de Marta Xargay Casademont (Girona, 25 años), alero de la selección española de baloncesto, es lo radiante que está. Debe de ser de las personas más felices que corren por Río de Janeiro durante estos febriles días. Todo le parece de fábula y quiere seguir viviendo en ese cuento de hadas. Para ello el equipo debe superar esta tarde a Turquía (19.30 horas) en los cuartos de final, un partido que las de Lucas Mondelo se ven muy capaces de ganar.

“Hemos de seguir siendo nosotras mismas, lo que nos ha llevado hasta aquí es ser el equipo que somos, no dejar de competir los 40 minutos, disfrutar de lo que hacemos y pasárnoslo bien. La lucha y la entrega es nuestra marca de identidad. Los cuartos van a ser un partido para disfrutar y para ganar”, se extiende. Disfrutar, pasarlo bien, ganar. Son sus tres reglas básicas en la conversaci­ón con La Vanguardia. Tiene la frescura en el discurso de la que aborda por primera vez unos Juegos Olímpicos y ni siquiera esconde que Turquía “no es el rival más difícil que nos podía tocar. Es un adversario duro, cerradito que no te deja correr. Mejor que tiremos desde fuera que que penetremos. Son veteranas”.

Xargay ha ganado la Euroliga en Salamanca, ha conquistad­o el Europeo con España y ha sido subcampeon­a del mundo. También juega los veranos en Phoenix, en la WNBA, la liga estadounid­ense, donde lo mejor que puede hacer es meter canastas. “Hay poco que ver allí. Mucho desierto, muchos cactus y ya está. Ahora yo aprovecho para irme de compras. O para ir a un cine donde te puedes tumbar y todo y también cenar. Todo muy americano. En los viajes sí que aprovecho para visitar sitios”, explica.

Sin embargo, nunca había vivido una experienci­a como la actual en Río. “Estoy alucinando desde el día que llegamos aquí. Es un sueño hecho realidad y lo bueno es que lo estoy disfrutand­o como una enana. Cada día pasan cosas nuevas, cada día ves a alguien. Es alucinante. Para mí la villa olímpica es una pasada, con pistas de tenis, de baloncesto y piscinas por todos lados”, repite.

Está maravillad­a fuera de la cancha y maravillan­do dentro. “Me estoy encontrand­o muy bien. Tengo la muñeca caliente aunque vamos a tocar madera (se palpa la cabeza mientras se ríe). Estoy cómoda, estamos todas en un buen momento. El equipo está disfrutand­o, estamos haciendo unos Juegos muy bonitos. Salgo a la pista contenta, sonriendo y eso se nota”.

No saben si podrán conseguir la ansiada medalla olímpica que se le resiste al baloncesto femenino pero sí que lo pondrán todo de su parte. Son un conjunto sólido, con buena química y que hace tiempo que trabaja con el mismo entrenador, Lucas Mondelo. “Yo llevo desde los 19 años con él en el banquillo. Nos conocemos bastante bien. Yo creo que él me mira y ya sabe lo que estoy pensando. Es un técnico que nos deja bastante libertad. Nos entiende bastante. Nos acoplamos mucho con todo el cuerpo técnico”.

Como bloque están superando la baja de una jugadora clave como Sancho Lyttle, que se lesionó antes de los Juegos. “Cada una de nosotras ha dado un paso adelante. El año pasado no estuvo tampoco ella en el Europeo y quedamos terceras perdiendo sólo un partido en el torneo”, recuerda Xargay.

Para inspirar al grupo está la capitana, Laia Palau, que es su compañera de equipo en Praga

“Estoy alucinando desde el primer día que llegué, estoy disfrutand­o como una enana” “Yo me fijaba en Navarro y ahora nos saludamos como si nos conociéram­os de toda la vida”

durante la temporada normal y es con la que comparte habitación. “Ella siempre nos ha dicho que disfrutemo­s, porque ha vivido varios Juegos. Que lo pasemos bien y luchemos porque nunca sabemos cuándo tendremos otra oportunida­d así. Nos incita a que no demos nunca nada por perdido”, valora la gerundense.

Desde que comenzó a jugar en su tierra a los 5 años siempre que ha podido ha lucido el dorsal 10. “Me gusta mucho desde siempre, llámale manía o rutina”. Cuando era niña miraba el baloncesto en los Juegos Olímpicos y también la natación sincroniza­da.

Aunque no son sus únicas aficiones. También le pirra el diseño de moda y posee un negocio de este sector junto a su familia. “Sólo llevamos un año, se ha notado mejoría, pero cuesta bastante. La gente prefiere ir a veces más al Zara o al Bershka o a este tipo de negocios que a algo nuevo. Se está dando a conocer poco a poco. Si hubiera una medalla le podríamos dar un poco de publicidad. No iría mal por supuesto, pero no nos podemos quejar”.

Es que no se queja de nada. Bueno, sí, de una cosa. De no haber podido conocer a Stephen Curry porque el crack de Estados Unidos no ha venido a los Juegos. Aunque cuando anhelaba convertirs­e en jugadora de élite a quien admiraba era a Juan Carlos Navarro. “Ahora ya nos cruzamos y nos saludamos como si nos conociéram­os de toda la vida”, concluye Xargay. Ciento por ciento positiva.

 ?? MARK RALSTON / AFP ?? Marta Xargay penetra hacia canasta durante el partido de España contra Senegal
MARK RALSTON / AFP Marta Xargay penetra hacia canasta durante el partido de España contra Senegal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain