Lista la mayor aeronave del mundo
El novedoso Airlander 10, la aeronave más larga del mundo, casi listo para el primer despegue
Es una historia poco conocida. Sorprende a quienes la conocen al subir a su mirador y luego la observan con la boca abierta desde la calle. Antes de ser una potente antena de comunicaciones, la característica aguja que corona el Empire State Building fue diseñada como poste de amarre para dirigibles en pleno Manhattan.
Esas aeronaves, desarrolladas gracias a personajes como el conde alemán Von Zeppelin, el brasileño Alberto Santos-Dumont o el español Leonardo Torres Quevedo, tuvieron su momento de gloria en el periodo de entreguerras, antes del gran desarrollo de los aviones, aunque vieron interrumpido su desarrollo debido a gravísimos accidentes debidos a los gases inflamables que se usaban antiguamente. Esto los relegó a ser atractivas plataformas publicitarias para marcas como los neumáticos Goodyear, la aseguradora MetLife o la ginebra Hendrick’s, ser transporte de villanos de película de James Bond como Max Zorin en Panorama para matar (1985) o realizar vuelos turísticos en Centroeuropa.
A pesar de ese frenazo en el desarrollo de los dirigibles, siempre ha estado en la mente de aviadores e ingenieros aeronáuticos aprovechar el avance tecnológico de las últimas décadas para que estos regresen al cielo siendo algo más que anuncios volantes o miradores turísticos. Desde los setenta, varios proyectos han tenido interés, aunque ninguno ha llegado a desarrollarse en serie o ser razonablemente viable hasta hace una década, cuando un grupo de empresarios e ingenieros británicos crearon HAV (Hybrid Air Vehicles), uniendo todas las experiencias bajo un mismo paraguas.
El gran empujón del proyecto llegó desde el otro lado del océano: un encargo del ejército de Estados Unidos para disponer de una aeronave táctica de bajo consumo y que pudiera permanecer mucho tiempo en vuelo permitió desarrollar una enorme aeronave híbrida que tuvo su bautizo de vuelo en 2012, aunque los recortes en gasto militar del segundo mandato de Barack Obama cancelaron su producción. Esta circunstancia hizo que los responsables se replantearan su creación como aeronave también adaptada al campo civil y comercial.
Ahora se llama Airlander 10, una cifra que indica su capacidad para poder llevar hasta 10 toneladas de carga, y la semana pasada salió por vez primera de su enorme casa: un hangar en la antigua base aérea de Cardington, en Bedfordshire, a unos 40 kilómetros al norte de Londres. Sus medidas la convierten en la mayor aeronave actual: 92 metros de largo, 43 de anchura y 26 de altura. Esto la hace más larga que los aviones del tipo Boeing 747, los Airbus A380 o incluso el mayor avión del mundo: el carguero Antonov 225. A diferencia de estos, el Airlander 10 podrá estar en el aire hasta cinco días seguidos volando a una velocidad media de 150 km/h, flotando gracias a 38.000 m3 de helio, apoyado sólo por cuatro motores diésel de 325 caballos.
Su capacidad de poder realizar aterrizajes y despegues prácticamente verticales le permitirá volar a zonas que no tengan instalaciones aeronáuticas y le hará especialmente atractiva para llevar carga a zonas donde antes era casi imposible llegar con aviones y a un coste mucho más bajo. Tras cancelar el despegue el lunes, a lo largo de esta semana está previsto su vuelo inaugural, mientras en el interior del hangar se desarrolla ya el Airlander 50, una versión capaz de cargar hasta con 50 toneladas.
El aparato es ideal para transportar grandes cargamentos a zonas de desastres sin aeropuerto