Primarias de marejada
Veinticinco listas compiten en las elecciones internas de En Marea, marcadas por las heridas que dejó el pulso con Pablo Iglesias
Pablo Iglesias se desautorizó a sí mismo al aceptar que Podemos se incorporase a En Marea como le exigían sus aliados gallegos, en vez de formar una coalición electoral al estilo de En Comú Podem como él quería. Esta la versión que ofrece la líder en Galicia del partido morado, Carmen Santos, en una grabación difundida por El Progreso de Lugo de la asamblea del sábado pasado, en la que justificó su propia rendición, arrastrada por el tuit de Iglesias de la medianoche del viernes. Las profundas heridas que deja el pulso con Podemos marcan las primarias que En Marea celebra hoy y mañana para confeccionar la listas para las autonómicas del próximo 25 de septiembre de esta alianza que compite con el PSOE por encabezar la alternativa al PP de Núñez Feijóo.
Mientras el juez Luis Villares es el único aspirante en las primarias de En Marea para a la presidencia de la Xunta, para el resto de las listas en las cuatro provincias hay un total de 25 candidaturas, aunque varias de ellas se repitan. Representan a las distintas partes que conforman En Marea, como Anova, la formación nacionalista de Xosé Manuel Beiras, Esquerda Unida, que es la rama galaica de IU, o la Marea Atlántica, la organización municipalista que gobierna en A Coruña. Pero también hay dos listas de Podemos, la oficial de Carmen Santos, protegida de Carolina Bescansa, y la crítica, impulsada por el diputado Tone Gómez Reino y situada en la órbita de Íñigo Errejón.
Aunque los focos se centran estos días en la tensión que ha causado en la sucursal gallega de Podemos el desenlace del pulso entre
Con el juez Villares de único candidato a la Xunta, los partidos y facciones compiten por el resto de las listas
este partido y el resto de En Marea, esa no es la herida abierta potencialmente más peligrosa. La negativa que mantenían los de Iglesias a integrarse en un partido instrumental, para no diluirse y abrir un precedente en Cataluya, partió a la mitad a la dirección de En Marea. En la decisiva jornada del viernes pasado hubo dos polos antagónicos, el de los nacionalistas de Beiras y Villares que rechazaron con firmeza la coalición electoral que pedía Podemos, y el de los federalistas, como Esquerda Unida y el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, que sí daban su brazo a torcer.
Al final Iglesias tiró la toalla, comunicándolo por sorpresa en Twitter. Los nacionalistas ganaron pero la resaca que dejó la batalla aún se siente y una de sus consecuencias se refleja en que los distintos grupos no consiguieron afrontar las primarias con una lista de consenso pactada, como sí hicieron con la designación de Villares como candidato a la presidencia de la Xunta.
Así, las primarias de hoy y mañana, con votación electrónica, a distancia o en persona, están envueltas en una elevada incertidumbre. Se desarrollan con listas abiertas y voto limitado, como en el Senado, pero con un sistema de puntuación de los candidatos similar al de Eurovisión. Hay cierta idea de un reparto de puestos por provincias entre los partidos, pero nada está claro, en medio de una marejada a fuerte marejada.