Otegi acatará al TC pero mantendrá el pulso político
Arnaldo Otegi admite que no tendrá “otro remedio” que acatar la decisión del Tribunal Constitucional (TC) si finalmente la justicia concluye que no se puede presentar a las elecciones vascas del 25 de septiembre. Eso no quiere decir, sin embargo, que la izquierda abertzale se resigne a buscar a otro aspirante a lehendakari. “Yo seguiré siendo el candidato, haré toda la campaña y estaré en el Parlamento vasco, estoy absolutamente convencido”, aseguró en una entrevista en la cadena Ser.
La precampaña pivota sobre la inhabilitación para sufragio pasivo que pesa sobre el líder de Euskal Herria Bildu. La coalición independentista sostiene que se trata de una pena que dejó de tener vigencia en el momento en que salió de la cárcel, el 1 de marzo pasado. Hace unos días, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, alimentó esta tesis cuando reconoció que el debate jurídico era complejo y que los argumentos de Otegi eran “legítimos”. Ayer, en declaraciones a Radio Nacional, hizo marcha atrás y afirmó que “muy probablemente” no podrá concurrir a los comicios autonómicos porque hay una sentencia en firme que se lo impide.
Los partidos vascos tienen tiempo desde hoy y hasta el lunes para registrar las listas electorales. El exportavoz de Batasuna será el número uno por Gipuzkoa. El día 29 se proclamarán las candidaturas y será entonces cuando se sabrá si ha pasado el filtro y empezará la batalla en los tribunales, que puede alargarse hasta el día que empiece la campaña. Desde su punto de vista, la justicia tiene que hacer “trampa” y retorcer la jurisprudencia existente si quiere
El líder abertzale dice que los tribunales han de hacer “trampa” para impedir que sea diputado
que no sea diputado. Con este debate de fondo, EH Bildu acentúa las críticas a Podemos, su principal contrincante en las urnas, y carga contra la indefinición ideológica de su candidata, Pilar Zabala. Otro de los candidatos del 25-S, Alfonso Alonso, del PP, ha dejado ya de ser ministro de Sanidad para centrarse en la pugna en Euskadi. Los populares se presentan como el dique de contención al “triunvirato” favorable al derecho a decidir.