Robar exámenes
Completaré, con otro caso, lo explicado por Xavier Iglesias en su carta “Robar exàmens” (5/ VIII/2016) referente a las preguntas de un examen detectado en el dorso del ciclostil entregado para responder a un cuestionario, en un curso de bachillerato de un colegio de Sarrià. Concluye que la única diferencia con el que ahora se detectó en la UB era que nadie lo denunció a la policía.
Me temo que el mío fue también en un colegio y quizás de la misma orden religiosa, en los primeros años de 1950. Profesor de latín. Su hijo formaba parte de la clase de su padre. Llegó el día que el hijo, por alguna causa, conoció las preguntas del examen de latín, las comunicó al grupo de amigos más cercano o a los que le pareció más conveniente. Se descubrió, probablemente por sorpresas en el resultado o por afán de justicia de alguno de los alumnos no beneficiados.
Se valoró por la superioridad religiosa y el padre-profesor e hijo-alumno fueron expulsados del colegio. Era una época en que la disciplina y la autovalidación se practicaban en las escuelas. Han pasado muchos años y ello se recuerda y lo comentamos todavía. Un valioso ejemplo para la enseñanza de ahora.
XAVIER PRAT BORRELL Suscriptor Barcelona