“La dinámica de los jueces es ponernos por debajo”
Gemma Mengual (39) y Ona Carbonell (26) salen de la piscina. El agua es ahora azul, menos mal. Si hubiera sido verde, como lo era la semana pasada, no se hubieran podido coordinar ahí abajo.
Las sirenas nadan de memoria. Pero un vistazo al costado nunca viene mal. Los jueces no pueden ver todas las correcciones que hay durante la actuación. Son dos minutos y medio reseteando cosas.
El dúo de sirenas se planta ante los jueces y espera el veredicto. Han sido las últimas en nadar. La tensión se prolonga por unos segundos. El veredicto les disgusta. 186,6357. Quintas.
A medio punto de las ucranianas, y a un punto y medio del bronce, que es de Japón. Rusas, que son oro, y chinas (plata) están a años luz.
Mengual y Carbonell hacen una mueca de fastidio. No les gusta lo que ha ocurrido.
Hasta hace cuatro años, la sincro española recogía medallas y medallas. Llevaba cuatro podios olímpicos. En los Mundiales, casi se pierde la cuenta. Van 28. Desde aquel 2012, no es lo mismo. La Federación Española fulminó a Anna Tarrés, la seleccionadora que había colocado a las sirenas en el mapa, y la disciplina se sumergió en aguas tormentosas.
De repente, japonesas y ucranianas se veían por encima en las tablas. Tarrés dirige hoy a Ucrania.
Por la zona mixta de la piscina, las sirenas vienen cariacontecidas.
Mengual se declara resignada. Ahora dice que lo suyo no ha acabado, que piensa llegar al Mundial del año que viene, en Budapest.
Más allá de eso, no hay mucho que decir. Sus quejas se habían producido en la víspera, que es cuando los jueces habían predeterminado qué iba a suceder ayer.
–Ya sabemos cómo va esto –dijo Mengual tras aquel segundo round–. Hay cosas que no podemos controlar. Dependes de quién te puntúa. Lo que hay detrás no está en nuestras manos.
–¿Se refiere a algo, o a alguien? –se le preguntó. –Me ahorro los comentarios. Carbonell entró más fuerte: –La dinámica de los jueces es ponernos por debajo. Deberíamos estar en las medallas. Mengual volvió a la carga: –Nuestro país ha perdido peso. Por eso no tenemos equipo (el equipo no entró en los Juegos; en Río sólo ha competido el dúo). Hay muchas cosas que influyen. Temas políticos, cosas que ni nosotras sabemos. En fin, no es justo quejarse. Otras veces las dinámicas nos han favorecido. Ahora nos perjudican.
Parece que estén hablando de Eurovisión.