Premio con sorpresa en Gràcia
El mundo submarino de Fraternitat de Baix se hace con el primer premio de las fiestas
La calle Verdi no pudo completar la triple corona. La maestra de ceremonias de la entrega de premios de las tradicionales fiestas del barrio de Gràcia dejó ayer por la tarde al respetable todo callado cuando anunció que el séptimo puesto recaía sobre una de las grandes favoritas, sobre la sofisticada recreación del imaginario de la costa oeste estadounidense titulado California dreams. Quizás esa cubierta aparentemente de plástico, en plan invernadero, fue una elección desafortunada. El público permaneció anonadado, bien incrédulo... La gente no reaccionó, no prorrumpió en airados gritos de “¡tongo, tongo!” hasta que la presentadora dijo que el quinto premio era para los piratas de la calle Progrés. Progrés también estaba entre las grandes favoritas. Sus corsarios hasta se ponían a cantar. “¡Tongo, tongo!”. En verdad los gritos de protesta también forman parte de la tradiLuis ción. Al final la sorpresa la dio el mundo submarino de Fraternitat de Baix. Mar salada, sólo por un punto, se hizo con el primer puesto. Sorpresa en tanto que hacía dos años que no se presentaban...
Dicen las peores lenguas del barrio que este concurso está amañado. Que los que ganan sí que se lo merecen, que seguro que lo dan todo durante todo el año, que los tejemanejes no van por ahí... El problema, matizan las peores lenguas, es que demasiadas calles parecen empeñadas en quedar clasificadas en último lugar. Hace años que muchos piden una reforma de las normas del concurso a fin de que la entrega de galardones no resulte tan cruel. Pero a la postre luego todo sigue igual. Porque desde que la calle Puigmartí se clasificó en último lugar durante dos años consecutivos el farolillo rojo se convirtió en todo un premio. A los de Puigmartí les hicieron más reportajes que a los de Verdi. Les hicieron hasta un documental. Y tiene lógica. Seguro que ustedes recuerdan la estampa
LAS MALAS LENGUAS DICEN... Que estos días tienen que cambiar hasta el itinerario del paseo del perro
del nadador olímpico con barriga, y de aquel que llegó un minuto más tarde, que casi se ahoga ¿pero quién recuerda al octavo? Ayer, la plaza del Poble Romaní tuvo el honor de estrenarse en esta competición y quedar el último.
“No –tercia Arcadi Poch, promotor de arte urbano y uno de los miembros del jurado–, esa es una visión muy competitiva... y aquí prima la cooperación”. Claro está que las peores lenguas se quejan de los portazos que estos días dan los retretes portátiles bajo su ventana, de que tienen que dar rodeos para comprar el pan, de que han de improvisar itinerarios alternativos para pasear el perro... “Lo que ocurre es que en algunas calles confluye gente muy preparada, y en otras todo es mucho más voluntarioso. Hace un par de años la calle Campodron quedó en último lugar. Pero recuerdo que el esfuerzo de unas señoras mayores por sacar adelante aquella decoración fue admirable. Entonces se nos ocurrió que podíamos instaurar una suerte de mención especial que reconociera estos méritos”.
Ahora hablan de lo mismo pero de otro modo, las buenas lenguas del barrio, las mejores. A fin de cuentas, Gràcia se divide entre quienes deploran estas fiestas y quienes se pasan el año rescatando botellas de plástico vacías. “Este año hemos querido que este reconocimiento especial vaya a la placeta de Sant Miquel y a la calle Antúnez –agregó Jordi Badal, el coordinador del jurado–. Porque su decoración salía adelante básicamente gracias al esfuerzo de un matrimonio, y este año pues no tuvieron suerte... Estuvieron a punto de abandonar, pero cuando peor estaban las cosas empezaron a aparecer voluntarios, vecinos del barrio dispuestos a echar una mano... Y ese esfuerzo requería de un reconocimiento”. Las peores lenguas dicen que la ceremonia de entrega de los premios es más larga que la de los Goya... “Y ese espíritu de cooperación marca todas las fiestas, evoluciona con la propia fiesta –prosigue Badal–. Este año Fraternitat de Baix, los ganadores, hizo un proyecto conjunto con Tordera, que quedó tercera. Colaboraron al tiempo que compitieron”. Unos llevaban camisetas ilustradas con una cabeza de pescado, y otros con la cola. Codo a codo.
Y LAS BUENAS REPLICAN... Que el espíritu de cooperación de este sarao es un reflejo de la fuerza del barrio