La Vanguardia (1ª edición)

Narracione­s cafres

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Los cinco acusados de violar a una joven en Pamplona durante los Sanfermine­s tenían un grupo de WhastApp en el que informaron con detalle de la agresión a sus amigos.

Los cinco acusados de violar a una joven en Pamplona durante los Sanfermine­s tenían un grupo de WhastApp llamado Manada en el que informaron con detalle de la violación a los amigos de Sevilla que no pudieron estar allí. El contenido de los mensajes recuperado­s por la policía y publicados por Navarra.com se enviaron a las 4.50 de la madrugada, una hora después de los hechos: –Buenos días. –Follándono­s a una entre los 5. –Jajaja. –Todo lo que cuente es poco. –Puta pasada de viaje. –Hay vídeo.

Sobre las 10 de la mañana, los amigos de la Manada comienzan a responder a estos mensajes y a comentar los hechos. –Cabrones os envidio. –Esos son los viajes guapos. Horas después se supo de la detención de cinco hombres por violar a una mujer. Entonces los mensajes cambian de tono:

–Cinco detenidos x agresión sexual –No seréis ustedes no?? –Iyo no serán ellos en serios no??

–Se han follado a una entre 5 según dijo jose angel.

–Y son 5 los detenidos por abusar de una tía de 19 años.

–Y tienen los móviles apagados.

Los mensajes los envió uno de los arrestados, José Ángel Prenda Martínez, conocido ahora por su tatuaje con su apellido en el torso. Ese detalle permitió a la víctima identifica­rle como uno de sus presuntos violadores. En el vídeo al que se refieren en el chat aparece el emisor de los mensajes durante la agresión en el portal.

Mientras en una gran parte de los municipios donde se celebran fiestas multitudin­arias se insiste en rechazar las agresiones sexuales escudadas tras las borrachera­s, la secretaría de Estado de Seguridad ha remitido a las fuerzas de seguridad una instrucció­n con un nuevo protocolo para valorar el nivel de riesgo de violencia de género, así como una guía de autoprotec­ción. Entre los consejos incluye disponer de una habitación donde refugiarse, llevar siempre el móvil encima y pactar señales con los niños y los vecinos para que sepan cuándo tienen que pedir ayuda.

Aconsejan asimismo crear una lista de teléfonos de emergencia y asistencia para llevarla siempre consigo, instalar en el móvil la aplicación del Ministerio del Interior AlertCops u otras equivalent­es, realizar algún curso de defensa personal si es posible y portar las fotocopias de las disposicio­nes judiciales de protección, si las hubiese. Para los niños, la instrucció­n insiste en que se les enseñe a ir a la habitación segura en cuanto se produzca una situación violenta, avisarles de qué está ocurriendo y acordar una palabra o un gesto clave para que sepan cuándo tienen que pedir ayuda.

Si el agresor ha abandonado el domicilio, lo más convenient­e es cambiar las cerraduras y mejorar las medidas de seguridad en el domicilio, así como identifica­r a los vecinos de más confianza que pueden ser contactado­s en caso de emergencia.

Hasta el 8 de agosto, 28 mujeres habían muerto a consecuenc­ia de la violencia machista y otros seis casos permanecen en investigac­ión. En 2015 había en España más de 52.000 maltratada­s en situación de riesgo, de ellas, más de un centenar con un nivel alto y extremo.

“–Follándono­s a una entre los 5 – Puta pasada de viaje –Hay vídeo –Cabrones os envidio”

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