Un cártel rival secuestra al hijo del Chapo para consolidarse en México
Jalisco encara el desafío de una explosión de violencia. El estado más pujante del occidente mexicano, castigado en los últimos años por el crimen, teme las consecuencias del secuestro, el lunes, de uno de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, capo del cártel de Sinaloa, por presuntos miembros de un grupo rival.
El joven, de 29 años, fue raptado en Puerto Vallarta, el mayor centro turístico de la región, cuando cenaba con una pandilla de amigos en el restaurante La Leche, en una de las zonas más exclusivas de la bahía. De acuerdo con el titular de la Fiscalía local, Eduardo Almaguer, siete pistoleros irrumpieron a la una de la madrugada en el establecimiento, que ya estaba cerrado, y señalaron a un grupo de comensales. Eran siete hombres y nueve mujeres. A ellas las dejaron libres, pero se llevaron a seis de los varones en dos coches. Del séptimo no se tiene noticia.
Almaguer dijo que los secuestradores pertenecerían al cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y explicó que la investigación sólo ha identificado hasta el momento a cuatro de los seis rehenes. Uno, aseguró, es Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del Chapo. El funcionario precisó que no han recibido ninguna denuncia por secuestro.
Jesús Alfredo Guzmán y su hermano Iván Archivaldo son considerados los operadores del cártel de Sinaloa, ahora que su padre está encarcelado y se enfrenta a un proceso de extradición a Estados Unidos por distintos cargos relacionados con narcotráfico. Según la DEA (agencia antidroga de Estados Unidos), el primero coordinaba –bajo las órdenes del patriarca– la introducción de cocaína en territorio estadounidense, además de la venta al por mayor de narcóticos a distribuidores allí, sobre todo en Chicago.
El diario El Universal asegura que Iván Archivaldo, el primogénito, también ha sido secuestrado. Unos 300 miembros de la marina, el ejército y la policía federal buscan a los secuestrados en la comarca.
En opinión de los expertos, la captura de uno de los chapitos –como se conoce a los vástagos del narcotraficante– obedece a la estrategia del cártel Jalisco Nueva Generación para expulsar de su territorio a la estructura familiar del capo, debilitado tras las rejas, y consolidarse como uno de los grupos criminales más poderosos de México. El CJNG, que surgió en el 2010 como una célula del cártel de Sinaloa, tiene su base de operaciones en Jalisco pero actúa en al menos siete estados y en la capital del país.
En junio, otra acción podría haber tenido el mismo fin. Unos 150 hombres saquearon la casa de Consuelo Loera, madre del Chapo, y mataron a varias personas.