Australia acuerda el cierre del centro de inmigrantes de Nueva Guinea
Los gobiernos de Australia y Papúa Nueva Guinea acordaron ayer el cierre del controvertido centro de retención de inmigrantes que las autoridades australianas mantienen en la isla papuana de Manus, aunque no precisaron cuándo será la clausura, después de que la justicia de este país ordenara su cierre. En el centro hay actualmente 854 inmigrantes y refugiados retenidos, procedentes en su mayor parte de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, así como otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohinyá de Birmania, o Bidún, del Golfo.
El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O’Neill, y el ministro australiano de inmigración, Peter Dutton, se reunieron ayer en Port Moresby, para estudiar las opciones de cara al cierre del recinto, después de que el pasado abril el Tribunal Supremo de Papúa ordenó el cese de las instalaciones. “Ambos, Papúa Nueva Guinea y Australia, hemos acordado que el centro tiene que ser cerrado”, señaló O’Neill en un comunicado, recogido por la edición australiana de The Guardian.
La justicia papuana declaró ilegal hace cuatro meses el centro de retención de inmigrantes al considerar que viola las libertades personales de los solicitantes de asilo en el marco de la Constitución del país. El anuncio viene precedido por la filtración a los medios de unos 2.000 informes de incidencias, escritos entre el 2013 y el 2015, donde trabajadores del centro en Nauru, similar al de Papúa, detallan todo tipo de abusos cometidos contra inmigrantes internos, incluidas violaciones a niños y mujeres.
Tanto las autoridades australianas como las de la vecina Nauru han rechazado las acusaciones y calificado los informes de “falsos” y “fabricados”. Australia reactivó en el 2012 su política para la tramitación en países terceros de las solicitudes de inmigrantes que viajan a Australia en busca de asilo y acordó la apertura de centros de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru.