La industria vislumbra cambios radicales
La investigación de todos los grupos de automoción, a los que se han unido tecnológicas como Google o Apple, apunta a un futuro en el que los vehículos tendrán autonomía. Ese futuro conectado rompería con la idea de que los coches tienen valores, hoy explotados por la publicidad, con los que se identifican sus conductores. La eficiencia energética y de circulación sería la prioridad.