Barcelona montará una cooperativa de manteros y empleará a otros 40
El Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer que ya inició el proceso de selección de las primeras 15 personas dedicadas a la venta ambulante ilegal que participarán en la creación de un sistema cooperativo de intervención social, que acabarán constituyendo una suerte de mercadillo cuyos detalles aún están por definir. Todavía no se sabe qué venderán ni dónde. La idea es que estos 15 seleccionados creen una cooperativa mixta y decidan qué modelo de negocio llevará a cabo. A esta cooperativa se sumarán de manera progresiva, hasta el 2018, otras 10 personas, 25 en total. Además, el gobierno municipal también adelantó que que el Consistorio contratará a otros 40 manteros simpapeles. Sus contratos serán de doce meses. Con esta oferta laboral podrán tratar de regularizar su situación administrativa. Diez se dedicarán a “actividades de dinamización y apoyo en espacios comunitarios”. Quince más se dedicarán a actividades de mantenimiento y rehabilitación de pistas deportivas de escuelas públicas. Y otros 15 serán contratados para colaborar en el mantenimiento y rehabilitación de equipamientos públicos y calles. Todos ellas serán personas en situación de vulnerabilidad.
No es la primera vez que el Ayuntamiento impulsa medidas dirigidas a esta población. En el 2014, en el mandato de Xavier Trias, Barcelona puso en marcha una cooperativa de recogida entre los inmigrantes que malvivían en naves abandonadas del Poblenou. Más recientemente, el Ayuntamiento ha puesto en marcha, con la colaboración de Mercabarna, un cursillo para enseñar a manteros el oficio de pescaderos.
En estos momentos todos estos programas se antojan insuficientes dado el número de manteros que este verano tratan de ganarse la vida en el frente marítimo de la ciudad. La maquinaria municipal está funcionando a un ritmo muy inferior al que sus propios responsables esperaban. Hace ahora un año el gobierno de la alcaldesa Ada Colau se mostraba confiado en poner en marcha una serie de medidas sociales que comenzara precisamente ahora a dar sus frutos. El objetivo era ofrecer alternativas laborales a los manteros para que pudieran dedicarse a otra cosa o adaptar sus actividades a la legalidad. Pero poco antes del verano el Ayuntamiento dio carpetazo a la mesa de trabajo que montó para encontrar soluciones consensuadas entre todos los sectores implicados. Entre tanto, durante este último año, numerosos colectivos animaron a los manteros a no abandonar sus actividades. Los antecedentes penales acumulados pueden suponer ahora un escollo para acceder a estos nuevos programas municipales.