El Síndic investiga la contaminación del agua en La Bisbal y Forallac
Nuevo capítulo en la crisis hídrica de La Bisbal d’Empordà y Forallac. El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una actuación de oficio a raíz de la contaminación por exceso de herbicidas del agua potable que ha dejado a 12.000 vecinos de La Bisbal y 1.800 de Forallac sin poder beberla del grifo ni usarla para cocinar desde el pasado 4 de agosto.
Ribó pide información al Ayuntamiento de La Bisbal, a la empresa gestora del suministro (Sorea) y a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) sobre las actuaciones adoptadas para garantizar el suministro a los vecinos, ya sea de manera transitoria o permanente una vez esté resuelto el episodio de contaminación. También reclama si se prevé compensar a las personas afectadas por un servicio al cual no han podido acceder y, desde el punto de vista ambiental, solicita información para conocer las causas y el origen de la contaminación.
El alcalde de La Bisbal, Lluís Sais, quien se pone a disposición del Síndic, no esconde su perplejidad. “Me sorprende esta actuación de oficio sin que previamente el Síndic se haya puesto en contacto con el Consistorio para saber el alcance de todo. Lo que representa para el ciudadano beber agua del grifo o usarla para cocinar no llega al 5% del consumo, mientras que el resto, que es la mayor parte, se destina a duchas, lavadoras, lavar los platos y jardín. Parece que en La Bisbal no hay agua para nada y hay agua para el 95% de las cosas para las que se usa”, advierte el alcalde.
En un comunicado, el Síndic recuerda que “el acceso al agua potable es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y un servicio básico”. Con esta actuación de oficio, Ribó pretende analizar la situación, la actuación de las administraciones implicadas y las empresas competentes.
Mientras el agua no sea apta para el consumo, el Ayuntamiento abastece desde el pasado martes a la población con un camión cisterna, al que ya han acudido en estos dos días más de 200 vecinos. La cuba, con 17.000 litros, recorre los días laborables las calles del municipio y se para en seis puntos distintos. El servicio es gratuito y los afectados pueden llenar tantas garrafas como sea necesario.
Hoy está previsto que lleguen los filtros de carbono activo y se coloquen a las salidas de los depósitos, ello permitirá que desaparezcan los plaguicidas. Mañana se analizarán las muestras y los resultados se enviarán al Departament de Salut. “Si todo es favorable, Salut declarará el agua apta para el consumo. La previsión es que a mediados de la próxima semana el servicio esté normalizado con plenas garantías para el ciudadano”, según Sais.