Confección artesanal
Secuestro Dirección: Mar Targarona Intérpretes: Blanca Portillo, Marc Domènech, José Coronado, Antonio Dechent Producción: España, 2016. Duración: 110 minutos. Thriller.
La película se abre con una imagen que inquieta: un niño visiblemente herido, probablemente aturdido, deambulando por una carretera montañosa. De inmediato sabremos que el niño, ya recogido y al cuidado de la policía, había sido secuestrado y logró huir de la aislada casa donde lo retenían. Y entre la policía y su propia madre, una abogada prestigiosa y mediática (gran creación de la formidable Blanca Portillo, que desde Siete mesas de billar francés no tenía en cine un papel tan destacado), se irá tejiendo la investigación del caso, cada vez más intrincado. De hecho, esta historia, que supone el regreso a la dirección cinematográfica de Mar Targarona, ausente de la gran pantalla desde que realizó hace ya veinte años Mor, vida meva, es fruto de Oriol Paulo, un guionista hábil trenzando intrigas tan oscuras como eficaces, como demuestran Los ojos de Julia, de Guillem Morales, El cuerpo, dirigida por él mismo, o la muy escabrosa serie de televisión Nit i dia.
Paulo pone en marcha una trama que funciona muy bien en su primer tramo, cuando la veracidad del secuestro suscita razonables dudas, e introduce caracteres secundarios de notable calado, como el delincuente común y presunto culpable y su novia (magníficos Andrés Herrera y Macarena Gómez), pero algunos giros de guión y un desenlace en exceso artificioso malogran en gran parte el resultado final. Y como hoy no hay thriller español sin su telón de fondo de denuncia social (El desconocido y los abusos bancarios, Cien años de perdón y la corrupción política), aquí se disparan ligeras balas a la tan controvertida justicia: la protagonista, en un momento determinado, no duda en acudir a sus contactos para un ajuste de cuentas. Apoyada en un reparto impecable (los policías Antonio Dechent y Vicente Romero, José Coronado, Nausicaa Bonnín, el niño Marc Domènech, Josep Maria Pou y los ya mencionados), Secuestro no es una película llamada a pasar a la historia, pero sí un trabajo de confección artesanal digno y presentable.