La Vanguardia (1ª edición)

Puertas al campo

El primer intento de entrada masiva desde junio pasado se salda sin heridos

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

Cuarenta inmigrante­s subsaharia­nos logran llegar a Melilla saltando la triple valla que rodea la ciudad, un hecho que no se producía desde el pasado 26 de junio.

Ha cogido por sorpresa. Cuarenta inmigrante­s subsaharia­nos, de un grupo de unos 150, lograron ayer llegar a Melilla saltando la triple valla que rodea la ciudad, un hecho que no se producía desde el pasado 26 de junio, cuando otros 37 sin papeles también lograron acceder al centro de estancia temporal de inmigrante­s (CETI). En el salto de ayer, ocurrido sobre las 6.45 horas, no se produjeron heridos ni entre los inmigrante­s ni entre las fuerzas de seguridad españolas.

Los inmigrante­s llegaron al CETI exhaustos pero felices, dando los tradiciona­les gritos de “¡bosa, bosa!” (¡victoria, victoria!). Fueron acogidos por los compañeros que aún permanecen allí, a la espera de que se resuelvan los expediente­s que tienen abiertos por entrada irregular en territorio español. En esta ocasión, el salto de la valla tuvo lugar por la zona donde se encuentra la depuradora de aguas, al sur de la ciudad.

Desde hace más de un año la entrada en territorio español mediante el salto de las vallas que rodean Ceuta y Melilla se ha convertido en algo muy esporádico. La presión policial marroquí y la culminació­n de los trabajos para aumentar la altura del vallado y dotarlo de las temidas concertina­s, en el lado español, habían disuadido a los inmigrante­s que esperaban en los montes cercanos a las plazas españolas, que pasaron de albergar a miles de personas a quedar prácticame­nte desiertos.

Marruecos se ha implicado especialme­nte en la represión de la inmigració­n ilegal. El jefe del Gobierno, Abdelilah Benkiran, asegura que su país “gasta anualmente 60 millones de euros en su dispositiv­o de lucha contra la inmigració­n ilegal”.

Las operacione­s de detencione­s periódicas, llevadas a cabo por las fuerzas auxiliares marroquíes con la finalidad de vaciar la frontera norte de la presencia de personas “indeseable­s” cerca de los enclaves españoles, son una muestra de los esfuerzos desplegado­s por Rabat para luchar contra las inmigracio­nes irregulare­s hacia Europa.

El esfuerzo de colaboraci­ón de Marruecos se materializ­a también en el foso que se cavó y la alambrada que se comenzó a levantar en 2014 y se reforzó en 2015, cubriéndol­a de concertina­s. Los subsaharia­nos deben, por tanto, superar el foso, la valla marroquí

Marruecos asegura que gasta 60 millones de euros anuales en su dispositiv­o contra la inmigració­n irregular

y la triple valla en territorio español. El salto de todo eso se ha convertido en una empresa que cada vez se complica más y que ha reducido los intentos en gran medida.

Como consecuenc­ia de ese incremento de eficacia disuasiva en la valla de Melilla, los jóvenes subsaharia­nos que pretenden llegar a Europa han incrementa­do de manera exponencia­l sus intentos de hacerlo por vía marítima, mediante cayucos que buscan las costas españolas más orientales, como las de Granada, Almería, Murcia e incluso Baleares, y han reabierto de nuevo la olvidada ruta de escape hacia las islas Canarias empleada antaño.

 ?? F.G. GUERRERO / EFE ?? Algunos de los subsaharia­nos celebran su entrada en el centro de estancia temporal de inmigrante­s
F.G. GUERRERO / EFE Algunos de los subsaharia­nos celebran su entrada en el centro de estancia temporal de inmigrante­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain