Una niña de meses muere por enterovirus en el Parc Taulí
Es la segunda víctima mortal del virus, que ha afectado a 110 niños
Una niña de menos de un año murió el lunes en cuidados intensivos de pediatría del Parc Taulí tras casi mes y medio de lucha por intentar que sobreviviera. Es la segunda víctima, la primera plenamente confirmada, del brote de enterovirus que ha afectado a 110 niños en Catalunya la primavera pasada y se ha producido cuando ya no había prácticamente casos de esta grave rombencefalitis causada por un enterovirus que en la mayoría apenas provoca síntomas. La primera muerte, la de una niña en Reus en abril pasado, se debió seguramente a la misma infección, porque clínicamente y por las resonancias magnéticas realizadas así lo parece, pero no pudo confirmarse en el laboratorio. Un tercer caso de un pequeño de Mataró que dio positivo por enterovirus realmente no murió por esa causa, según aclaró ayer el Departament de Salut.
El 30 de julio, la pequeña que murió el lunes en Sabadell llegó al hospital de Granollers porque tenía fiebre, vómitos y anginas. Le dieron tratamiento sintomático y tomaron nota de su cuadro vírico, “porque todo el sistema está avisado”, recordó el secretario de Salut Pública, Joan Guix, en la explicación pública de este caso mortal. Se fue a casa y al día siguiente volvió a su ambulatorio y de ahí a urgencias porque ya aparecían otros síntomas: somnolencia, hipotonía. La sospecha de una rombencefalitis puso en marcha el protocolo diseñado en abril a raíz del comienzo del brote de enterovirus y la niña fue llevada a la UCI pediátrica del Parc Taulí. “Los síntomas se agravaron de forma fulminante, en horas. Por la experiencia de brotes parecidos en otros países sabemos que entre el 3% y el 5% de estos casos evolucionan de esta forma y son mortales”, aclara el responsable de pediatría de Vall d’Hebron, Carlos Rodrigo, que ha dirigido la actuación clínica frente al brote. “Se hizo todo lo que había que hacer y tan pronto como hubo síntomas. No hay vacuna ni antiviral que lo impida. La medicación que utilizamos sólo se puede dar cuando se producen los síntomas neurológicos y no está exen- ta de riesgos”, detalla Rodrigo.
Los especialistas, a la luz del brote vivido esta primavera y que casi se había dado por cerrado, saben que “probablemente cada año hay algún caso como este en una ciudad como Barcelona, sólo que hasta ahora no lo podíamos identificar”.
De los 110 niños con afectaciones graves neurológicas registrados en Catalunya –“de las demás comunidades autónomas no podemos decir nada, tendrán que ser sus servicios de salud pública lo que den los detalles”, aclaró Josep Maria Argimon, subdirector del Servei Català de la Salut–, la mayoría se ha recuperado totalmente. Pero un pequeño grupo está con secuelas importantes y sólo uno de los niños, uno de los primeros pacientes que llegaron a la UCI pediátrica de
De los 110 niños con afectaciones neurológicas por el virus, un pequeño grupo tiene secuelas graves
Vall d’Hebron, sigue hospitalizado. “Saldrá en unos días pero con graves secuelas neurológicas”.
El brote de enterovirus que se ha desarrollado esta primavera en Catalunya empezó con un primer caso el 7 de abril. El último paciente llegó el 30 de agosto. Pero la mayor concentración de niños afectados se dio entre mitad de abril y mitad de junio, cuando más enterovirus suele circular. “En los dos últimos meses hemos registrado cinco”, recordó Guix.
En otros países occidentales se han producido brotes parecidos en años anteriores y el más reciente, y uno de los mejor documentados, es el de Australia del 2014. Por cómo han evolucionado estos brotes, es de esperar que el año próximo sea aquí más leve, “pero evidentemente no tenemos ninguna seguridad. Sabemos que los enterovirus circulan siempre, como el virus de la gripe, aunque haya una gran concentración en una época determinada. Y sobre todo, sabemos mucho más ahora sobre cómo detectar y tratar las formas graves. A pesar de los casos mortales. Estamos mejor preparados”, asegura Guix.