Caldes de Malavella denunciará a los okupas de viviendas lujosas
El Ayuntamiento de Caldes de Malavella ha creado un protocolo para poner freno a las ocupaciones ilegales que desde hace meses afectan sobre todo a viviendas de urbanizaciones del municipio. De los 38 casos identificados, el Consistorio está especialmente preocupado por cinco de ellos, en los que unas familias ocupan varias casas de lujo, con piscina incluida, y tienen los suministros pinchados y causan problemas de convivencia.
El documento, que aún está pendiente de aprobarse, establece que se identificará primero a las personas que ocupan los inmuebles y se les dará un plazo de cinco días para que se pongan en contacto con los Servicios Sociales. El Consistorio ofrece ayudas y viviendas sociales para los que lo hagan por necesidad económica, pero para los que no el protocolo establece una segunda vía. El Ayuntamiento instará al propietario del inmueble (26 de los 38 casos son viviendas propiedad de bancos) a denunciar la ocupación; y, si no lo hace, será el propio Consistorio el que demandará a los okupas alegando problemas de seguridad y convivencia.
“Todos en casa tenemos un contador de luz y pagamos los recibos. Esta gente habitualmente une dos cables y esto no es seguro”, advirtió el alcalde de Caldes, Salvador Balliu, quien lamentó que se trate de un “problema grave” y que provoca un “efecto llamada”. Según Balliu, algunas familias “insultan sistemáticamente, roban en supermercados y tiendas del pueblo,
El Ayuntamiento, que ha redactado un protocolo, ofrece ayudas para los que ocupen por necesidad
encienden hogueras en pleno agosto y hacen fiestas en la calle a altas horas de la madrugada”.
Esta problemática afecta también a otros municipios de la Selva como Vidreres o Sils. Se calcula que en la comarca hay unas 1.200 viviendas ocupadas.