Joaquim Tomàs
DIR. COMERCIAL DE PROMERCA
Junto a sus hermanos David y Jordi dirige la empresa familiar Promerca, que incluye la marca de azúcares y edulcorantes Sucrefí, monodosis cafè Quijano y chocolates Raybar, y que espera facturar 9,5 millones este año.
Hay a quien dice que el sobrecito del azúcar se tiene que romper por un extremo y hay otros que creen que se tiene que abrir por la mitad, porque así es seguro que el azúcar cae dentro de la taza. Pero ahora eso da igual porque este dilema no existiría sin aquellos que se dedican a envasar azúcar, como la familia Tomàs Giner de Sant Boi de Llobregat.
Empezó distribuyendo en Catalunya ahora hace cincuenta años y, poco después, introdujo en el mercado Sucrefí, una marca propia de envases de azúcares y edulcorantes. A través de Promerca (el nombre de la compañía), la familia compraba la materia delgada a productores y la envasaba, primero en Barcelona y a partir de 1992, en Sant Boi. Joaquim Tomàs, director comercial de la compañía y segunda generación del negocio con sus hermanos David y Jordi, explica que la familia tuvo que trasladarse a Sant Boi porque en el terreno de la fábrica se construía el Teatre Nacional de Catalunya.
Con el traslado, los hijos entraron en el negocio de forma escalonada y fue entonces cuando Promerca empezó a diversificar a través del café. Lo envasaban en monodosis y personalizaban botes, tazas y complementos. También crearon la marca Quijano, para envases de café. Lo compraban a productores de África y Sudamérica y lo envasaban en cápsulas o monodosis en Sant Boi. Vendían
La compañía de Sant Boi de Llobregat invertirá 3 millones de euros por ampliar las instalaciones
a bares, restaurantes, hoteles, mayoristas, y también a empresas torrefactoras de café que querían personalizar los envases y complementos de sus productos.
Entrados los 2000, los Tomàs también empezaron a exportar la marca Sucrefí a distribuidores de Francia, Bélgica, Reino Unido y Portugal y más adelante, de Japón, Dubái, Estados Unidos y Singapur. Además, Promerca adquirió a la productora Reybar el año 2013, una empresa mallorquina especializada en chocolate del sector de la hostelería que permitió ampliar la oferta de Promerca.
Tomàs asegura que el año pasado la compañía facturó 8,2 millones de euros, un 20% de los cuales provino de las marcas propias (Sucrefí, Quijano y Reybar) y el resto, de encargos personalizados. Este año, Tomàs espera superar los 9,5 millones de euros, un crecimiento que irá impulsado, en parte, por las ventas a nivel internacional. De hecho, Promerca ya vende a 23 países de todo el mundo y las exportaciones suponen entre un 15% y un 20% del total de las ventas. En los próximos años, Tomàs espera llegar a nuevos mercados, sobre todo de Asia, los Países Árabes y Australia.
Para hacer frente al crecimiento, la familia tiene previsto invertir 3 millones de euros de capital propio para ampliar las instalaciones hasta los 9.000 metros cuadrados. Además, este año, Promerca ha incorporado a seis personas a la plantilla, que ya suma 47 trabajadores.