Antología del disparate
El historial de ofensas a las mujeres acaba por hundir a Donald Trump
La divulgación del vídeo en que Donald Trump pronuncia palabras groseras y lascivas en relación a las mujeres no ha hecho más que confirmar su fama de empresario entre machista y misógino, que solía presumir de sus dotes de donjuán, siempre rodeado de modelos, y que entre sus negocios contaba con el concurso de miss Universo.
Los estrategas electorales de Trump quizá no habían previsto –o no lograron convencer al magnate– que esa imagen, que le proporcionado mayor atención mediática como personaje del showbizz ,enel ámbito político le perjudicaba considerablemente, porque se ponía en contra de un 53% del electorado uniformemente distribuido en el territorio, sin que por ello aumentara el apoyo del 47% restante, máxime cuando por primera vez en la historia de Estados Unidos una mujer aspira a la presidencia y no deja de interpelarle como tal un día sí y el otro también. En su obsesión con las mujeres, Trump ha sembrado vientos y ahora ha recogido la tempestad. Lo que viene a continuación es una antología de los disparates que le han llevado a la perdición.
“Si una mujer quiere ser periodista, debe ser sensual” dijo, sin percatarse del efecto Trump ha atacado a muchas mujeres por el flanco tópico de su supuesta gordura
Contra sus contrincantes políticas . A las mujeres que le han disputado su candidatura las ha atacado casi siempre por su aspecto. ¿“Con esa cara, quién la va a votar?, dijo de Carly Fiorina, la única mujer que intentó la nominación republicana. De Hillary Clinton ha dicho que “no tiene aspecto de presidente”, pero más ofensivo resultó el tuit sobre las infidelidades de Bill Clinton: “Si Hillary no ha sido capaz de satisfacer a su marido, ¿qué hace creer que satisfará a EE.UU.?”. Contra periodistas Donald Trump sostiene que “si una mujer quiere ser periodista, debe ser sensual”. Con estas ideas no ha de extrañar que las periodistas que le han puesto contra las cuerdas hayan sido diana principal de sus ofensas. Después de que la periodista de la Fox, Megyn Kelly, le interpelara en un debate, Trump proclamó que le había tratado así porque la periodista tenía la regla: “Se podía ver que había sangre saliendo de sus ojos, les salía sangre por todas partes”. De Rossie O’Donnell, una comediante de la televisión que le ridiculizaba sus extravagancias dijo “es repugnante, tanto por dentro como por fuera. Es tan fea y llena de grasa que yo si fuera su jefe la despediría”. Gail Collins, periodista del New York Times escribió acerca de los rumores de quiebra de Trump. El magnate le envió un recorte del artículo y junto a la fotografía de la periodista escribió: “¡Tienes cara de perro!”. De Arianna Huffington, editora del Huffington Post, dijo: “Es fea por dentro y por fuera y comprendo perfectamente que su marido la haya dejado por otro hombre”. Contra modelos y actrices. Los comentarios machistas de Trump en relación a modeles y actrices dan para una antología interminable. La penúltima polémica surgió con Alicia Machado. La venezolana, ahora nacionalizada estadounidense, ganó algunos kilos tras proclamarse miss Universo. Trump le llamó “miss Cerdita” y “miss Mujer de la Limpieza. La presión hizo caer a Machado en la anorexia.
Han pasado los años y ahora Machado, felizmente recuperada, denuncia a Trump y hace campaña por Clinton.