Southgate coge el bus
El triste protagonista de la Euro 96 vuelve a la selección de Inglaterra como técnico
Gareth Southgate se situó en el punto/ No podía creer la oportunidad que tenía/ Sería un héroe con una patada/ ¡Pero enviársela al portero! ¡Qué coño!/ Southgate va a casa, se va a casa/ Southgate va a casa, se va a casa/ ¡Oh, no, ha perdido el bus!”.
Hasta el momento de ser nombrado seleccionador “provisional” de Inglaterra hace unos días, Gareth Southgate era uno de esos personajes marcados por su pasado. Su error en la tanda de penaltis de la semifinal de la Eurocopa de 1996 ante Alemania, en el último disparo de Inglaterra, lo convirtió en objeto de mofa y de canciones como la de The Bussiness reproducida sobre estas líneas. Hasta Pizza Hut aprovechaba la mofa hace sólo tres años utilizándolo en un spot televisivo donde el ahora técnico aparecía con una capucha de papel para no ser reconocido en uno de sus locales.
El sábado, el fútbol ofreció una segunda oportunidad al villano de Inglaterra, y el que fue capitán del Crystal Palace, Aston Villa y Middlesbrough reapareció a lo grande dirigiendo a Inglaterra tras su exitoso paso por el banquillo del mismo Boro y de la sub21 inglesa.
Sin más sorpresas que las esperadas en el once inicial tras las bajas de Kane, Sterling y Lallana –los tres hombres que jugaron arriba en Eslovaquia en el primer y último partido de Sam Allardyce– y con un 4-3-3 al uso; con pesos pesados como Rooney, Walcott o Sturridge, los ingleses se deshicieron sin problemas de Malta (2-0) con goles del propio Sturridge y Alli. Pudieron ser más, pero el meta maltés, Andrew Hogg, lo impidió con una gran actuación. “Teniendo en cuenta la situación en que cogí el equipo hace 12 días, hemos recorrido un largo camino desde el infierno”, aseguró el técnico.
La victoria, en cualquier caso, lleva a Inglaterra a situarse como cabeza de su grupo en la clasificación para el Mundial de Rusia 2018, adelantando a Escocia, que empató ante Lituania en Glasgow tras meter cinco a Malta.
Sin ser el mejor partido para poner a prueba no sólo la capacidad, sino el liderazgo del nuevo técnico, los 90.000 espectadores que llenaron Wembley sí dieron cuenta de que no se trataba de un duelo más tras la decepcionante eliminación de Inglaterra por parte de Islandia en la Eurocopa de este verano y el reciente escándalo sobre la compraventa de jugadores que acabó con la breve estancia de Allardyce al frente del banquillo inglés.
Southgate tendrá, como mínimo, una nueva oportunidad para demostrar que tiene condiciones para liderar una nueva era de Inglaterra, que encadena un fiasco tras otro. Será ante Eslovenia en Liubliana mañana, antes de la nueva cita de selecciones en noviembre. La prensa inglesa da por hecho que la FA esperará a Arsène Wenger, el técnico del Arsenal, por más que él mismo se haya descartado. Eso daría más tiempo a un Southgate dispuesto esta vez a no perder el bus.
LA OPORTUNIDAD Objeto de mofa 20 años después de errar ante Alemania, el ahora técnico vuelve al combinado