Entrevista a Miguel Bosé, que publica un nuevo álbum
Miguel Bosé está que trina con la situación política en España. Quiere que se vayan todos sus actuales protagonistas para formatear el sistema y empezar de nuevo. Lo explica sin rodeos después de hablar del disco que acaba de lanzar: Bosé MTV Unplugged, con una docena de colaboraciones entre las que destacan la de su inseparable Juanes y las de Pablo Alborán, Natalia Lafourcade, Sergio Vallín (de Maná), Marco Antonio Solís o Sasha Sokol.
Habría que empezar por explicar qué es un MTV Unplugged, en la música y para usted. Es una institución mítica en el mundo musical. Empezó con artistas como Paul Mc Cartney, Eric Clapton y Nirvana. La gran regla es que no se permite la electrónica.
Pero eso no va con su forma de hacer música, ¿no? Claro. No pertenece a mi mundo sónico, que es informático. La traslación era complicada. Tenía mucho miedo de que se perdieran rasgos de la identidad Bosé.
¿Y qué tal funcionó? Extraordinariamente bien, bestial. Es Bosé total. Demuestra que lo importante es el estilo y la forma de interpretar de uno, que trasciende por encima de todo lo demás. Podría cantar con un par de castañuelas y esa esencia se mantendría.
Uno de los temas, Estaré ,selo dedica a su hijos. Hable de ello. Surgió cuando mi hijo Tadeo me preguntó: ‘Papá, ¿cuándo vas a volver?’. Le respondí que no sabía, pero siempre estaría con él. En la canción, les digo a todos (cuatro, gestados en vientre de alquiler) que cada célula suya conserva la memoria del deseo y el amor que puse en ellos. Porque ¡soy papá soltero! Me las arreglé solito para tenerlos.
Lo dice con orgullo; no sólo lo de padre sino lo de soltero. Desde luego. Por cierto: gracias, exministra de Igualdad Bibiana Aído (ironiza); más bien de igual-da. Cuando intenté inscribir a mis niños en el consulado de Los Ángeles, resultaba que era ilegal porque sólo había opción para madre y padre o madre soltera, pero no padre soltero. ¿Es que la igualdad va sólo en una dirección? Luego se solucionó, menos mal. Y claro que estoy orgulloso. Quise tenerlos solo. Nunca sufrirán una separación.
Esta decepción suya hacia el partido al que un día apoyó ¿hasta qué punto llega y se extiende a la situación política general?
¿Se refiere a la desintegración?
... Mire. Sólo deseo que, en las próximas elecciones, cada una de las listas de cada uno de los partidos esté formada por gente que no conozca.
¿Todas las listas? Todas. Que las formen personas que no conozcamos nadie: desde el primer barón hasta el último soldado raso, fuera. ¡Fuera! Porque es que ya no se puede más. La falta de solidaridad es tan hiriente, tan humillante, tan insoportable...
¿Y en cuanto al PSOE, al que usted apoyó tantas veces?
Al que apoyé y por el que hice cam- pañas nacionales y regionales desde los tiempos de Felipe. Toda mi vida fui votante del PSOE. Pero, desde hace ya un tiempo, ni lo reconozco. Y ahora es que no sé qué diferencia hay entre votar al PP o al PSOE o votar a una gran empresa. Los años en que los colores políticos identificaban unas ideologías que manejaban el erario público y las leyes de manera diferente, esos años se fueron. Como el vinilo: no van a volver. Porque el lobby económico ha creado tal presión que da igual a quién votar. Sólo ser del Barça o el Madrid es sentir colores.
¿Estamos al final de un ciclo? Sí, esta gente ha demostrado que el sistema no funciona. Así que vamos a formatear. A resetear y volver a empezar.
¿Pero cómo? Bueno, eso empieza por una conciencia ciudadana. Y en este momento mi rabia ya no la descargo sólo con la clase política. En ese sentido estoy en retiro; me interesan las personas. Pero estoy muy furioso con el ciudadano. Porque nosotros hemos permitido todo esto. Nos hemos dejado corromper.
¿Tiene todo esto que ver con su decisión de marcharse (hace dos años) a vivir a Panamá? Nada que ver. El traslado fue por razones personales y profesionales; para estar más con mis hijos, pues el 95% de mi mercado está en América y lo pasaba fatal al no poder verles. Panamá es un hub perfecto para mi trabajo y para estar con ellos.