El no a la independencia vuelve a aventajar al sí
El barómetro del CEO refleja un avance de CSQP y Esquerra
La independencia de Catalunya es un anhelo que tiene algo de oscilante. Unas veces el sí se pone por delante del no, y otras ocurre lo contrario. Las encuestas del CEO lo reflejan con una prodigiosa fidelidad. Y así, si el barómetro de junio ponía el voto positivo por delante (en cinco puntos), el de noviembre vuelve a brindar ventaja al voto negativo (aunque ahora en una magnitud diminuta: dos décimas). De hecho, desde diciembre del 2014, cuando el rechazo se impuso por primera vez al sí, los dos polos de ese dilema que parece dividir a la sociedad catalana en dos mitades casi iguales vienen librando una apretada persecución. En concreto, la última encuesta del CEO, realizada del 17 de octubre al 3 de noviembre con una muestra de 1.500 entrevistas domiciliarias, cifra el voto negativo en un 45,1%, frente a un 44,9% de síes.
Pero el sondeo plantea otras cuestiones significativas sobre la hipótesis secesionista. Por ejemplo, casi un 40% de los consultados cree que el nivel de vida de los catalanes mejoraría con la separación, frente a un 27% que piensa que empeoraría y un 20% que considera que seguiría igual. Paralelamente, casi el 50% opina que, de declararse la independencia, la convivencia entre los catalanes sería la misma que ahora, mientras que un 24% piensa que sería peor y casi un 21%, mejor. Y, por último, las percepciones sobre el impacto de un proceso de secesión en la pertenencia de Catalunya a la Unión Europea aparecen muy igualadas: un 45% cree que supondría la expulsión de la UE y algo más de un 43% opina lo contrario.
En lo que sí parece existir amplio consenso es en la sensación de que el Gobierno no ofrecerá un acuerdo aceptable para la mayoría del Parlament: más del 72% de los consultados coinciden en esa visión pesimista sobre el conflicto territorial.
Asimismo, el sondeo incluye una estimación de voto para las elecciones autonómicas que tiene como elemento más destacado el avance de Catalunya Sí que es Pot, que sumaría 6,5 puntos en porcentaje y casi duplicaría su actual representación parlamentaria, en un contexto de retroceso de la CUP. A su vez, en unas eventuales elecciones generales, En Comú mantendría la primacía, aunque ERC ampliaría apoyos y podría empatar en escaños con ECP. Y, finalmente, en un marco de leve mejoría en las percepciones sobre la situación política y económica en Catalunya, todas las instituciones suspenden en confianza y el ranking de líderes registra un empate entre Oriol Junqueras y Carles Puigdemont –que acorta ventajas–, seguidos de Xavier Domènech y Miquel Iceta, que experimenta un avance inédito de seis décimas.