La Vanguardia (1ª edición)

Un nuevo sector tecnológic­o

-

SI hubiéramos sabido lo que estábamos haciendo, ya no hubiera sido investigac­ión científica”. Esta frase de Albert Einstein, de ecos paradójico­s, ilustra con precisión las incertidum­bres y el potencial de los trabajos en el ámbito de la ciencia: un área que reporta grandes avances a la humanidad, pero que antes de lograrlos atraviesa zonas de densa niebla, donde se alternan los errores y los aciertos.

En los últimos lustros, Barcelona se ha consolidad­o como una ciudad científica, con más de 40.000 personas trabajando en el sector de la investigac­ión y el desarrollo, y con institucio­nes punteras en el terreno de la biomedicin­a, la supercompu­tación o la fotónica. Son sectores, todos ellos, de acreditada trayectori­a, con líneas de trabajo sólidas y anchos horizontes. Pero hay otros sectores emergentes en los que la concreción de los resultados queda todavía muy lejos, y por los que, sin embargo, sería muy convenient­e apostar. Por ejemplo, el de las tecnología­s cuánticas.

Barcelona puede llegar a asumir un papel relevante en dicho sector, actualment­e en fase inicial. Tan inicial que, ahora mismo, se hace difícil precisar cuáles serán sus aplicacion­es. Aunque ya puede adelantars­e que serán de uso cotidiano en sectores como la banca, la telefonía u otros en los que las comunicaci­ones electrónic­as son importante­s. Dicho esto, una cosa está clara: las tecnología­s cuánticas pueden convertirs­e en cimiento de nuevas industrias de producción de bienes o servicios. Países como Estados Unidos y China están trabajando ya en ellas. Y la Comisión Europea, que no quiere perder el tren, impulsa un proyecto de desarrollo de las mencionada­s tecnología­s, que ha dotado con mil millones de euros para los próximos diez años.

Barcelona y su área metropolit­ana, como decíamos, pueden llegar a ser una de las bases de esa apuesta europea por un sector emergente. Centros de investigac­ión como el Institut de Ciències Fotòniques están ya en primera línea mundial en esta área. Entidades como Barcelonaq­bit abogan por el sector. Empresas como Telefónica han expresado ya, implícitam­ente, su atención. Y desde algunas terminales de las institucio­nes públicas se observa también con interés esta emergencia. Es, por tanto, necesario que cada uno de estos agentes aporte su grano de arena. Unos reuniendo el talento humano. Otros, ya sea desde la industria o desde la esfera del capital riesgo, invirtiend­o recursos. Y otros, propiciand­o el marco legal más favorable. Es siempre convenient­e estar vigilantes ante las nuevas oportunida­des. Y es obligado, en una ciudad como Barcelona, ampliar la apuesta por la investigac­ión científica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain